A primera tuvimos cmc, que aproveché para chuletear y hacer problemas de química de esto de disoluciones y esas cosas. Luego en mates, pues otro tanto de lo mismo, preparándome fuertemente para el examen de química, que llegó después, y nada, más o menos bien, salvo algunas cosas que tenía diferentes que los demás, pero por el resto, bien. Se me olvidó la calculadora así que bueno, un poco desastroso.
Bajé al recreo y esas cosas, y nada, como siempre, me comí la manzana y eso, me estresé porque en las otras clases nadie aprobó con la Montero, y nada, charlé con Preciosa, con Sombrero Raro etc, y luego cuando ya tocó apareció Elena con mi gorro (de mi hermana), y me contó lo que me tenía que contar, y por eso llegué tarde a inglés, que nos dejó hacer lo que quisiéramos, y nada, luego fuimos al laboratorio en biología, e hicimos la hidrólisis ácida del almidón, y a mí me apetecía hacer la enzimática, así que estuve salivando y luego escupí en el tubo de ensayo, no sin antes babarme a mí misma y babar a todo el mundo, y el poco respeto que me tenía la gente, ya lo perdí. Pero es por el bien de la ciencia. Luego teníamos que hacer no sé qué con aceite, y Celia me mandó que sacase unas vistas de dibujo, y se me cayó aceite y agua en las láminas, y fue un desastre porque ya las había repetido una vez y no quería volverlo a hacer, así que cuando sonó el timbre fui corriendo a ver al de dibujo para que me diese otras, pero me dijo que no pasaba nada, que las presentase igual, seguro que el lunes cuando se las dé no me dice lo mismo, pero bueno.
Luego bajé al salón de actos porque teníamos peli de neandertales, y bueno, más que un documental aquello fue una comedia, neandertales y cromañones dándose por todas partes, etc. Lo peor es que la sala estaba a oscuras, y yo me senté delante de Velocirraptor, y de Mateo, y no me dejaron de dar la paliza en toda la hora, dándome sustos y quitándome la bufanda, me daba cosa, pero lo mejor es Velocirraptor, aunque no sea nada de mi estilo, ni tengamos nada en común ni nada, pero no sé, es que creo que debería ir olvidándome ya de los frutos secos, y mucho más de las habichuelas, y creo que es perfecto para eso, así que, bueno.
Luego salí y llovía, y cacé a Chuck mirando en mi dirección, vete tú a saber qué, pero bueno, para mí eso ya es un tremendo avance.
Ayer tocaban The Blows en Gijón, me habría encantado ir a verlos, porque además era gratis, y conciertos gratis y buenos no abundan precisamente, pero claro, tenía examen de química y además ir hasta Gijón y volver, como que no, siendo jueves. Un amigo de Faba fue, uno de los de mentiras en el juego, ¡demonios! debería haber ido, concho. Es una tragedia porque cada vez que miro en Last.fm los conciertos que hay, justamente me salen todos recomendados salvo los que hay en Asturias, y es una mierda, una mierda muy grande. Es que no falla, de los 20 conciertos que hay en Asturias que salen en Last.fm, no me recomienda ninguno, y de los 200 que hay en el resto del país, todos. Bueno, iré a ver a Darren Hayman dentro de tres semanas, al menos algo es algo, y la semana siguiente, a Francisco Nixon, posiblemente. El 11 tocan Miss Caffeina en la Calleja, pero me coincide con la cena de clase, así que nada.
Ahora me voy de compras, porque me aburro y no pienso estudiar, y así tomo un poco el aire que me hace mucha falta.
Bueno, ya he llegado. La verdad es que me ha subido un poquitín la moral, porque cuando llegué a casa después de clase me sentí totalmente depresiva, y necesitaba recuperarme, así que fui al Ikea con mi mamá que hacía mucho que no pasaba la tarde con ella y la tenía un poco abandonadilla, y me hacía sentir culpable, y nos tomamos un chocolate con churros por un 1,50 mientras unos gaiteros amenizaban un concurso de tartas de manzana que tenían una pinta buenísima pero desgraciadamente no se podían comer. Raro, ¿verdad? Pero estaba rico, aunque aún me quema la lengua. Compramos unos cuencos individuales para la ensalada, porque cada uno la quiere de una manera. Luego fuimos a Zara, me compré unos zapatos marrones, de piel, monísimos, y luego fui a una tienda de maquillaje y compré muchísimo: un rímel azul, un lápiz azul, dos barras de labios, dos glosses (supongo que ése será el plural de gloss), unos polvos y creo que nada más. Luego fui a Women's Secret porque tenía un descuento por ser el cumpleaños de mi mamá el otro día, y me compré ropa interior (no especificaré qué, aunque sé que lo estás deseando, perra). Luego qué más, pues nada, fui a un par de tiendas más pero no compré nada, aunque vi una falda muy mona de pana color tostado, y una bufanda roja de punto inglés muy bonita también. Luego me fui a casa porque estaba muy cansada y había perdido allí tres horas, pero no es que me encuentre mucho mejor ahora. Me prometí a mí misma cuando creé este suplicio que jamás hablaría de mis sentimientos ni nada, que sería un blog casual y divertido, pero no sé, siento que necesito desahogarme. Así, a grosso modo, esta mañana estaba muy contenta cuando llegué a casa y eso, pero no sé, me puse a pensar, y me di cuenta de todo el tiempo que había pasado y todo el que desperdicié, que debería haber aprovechado, dos malditos meses en los que pasé de estar malditamente colgada por un tipo que bueno, era encantador, pero necesitaba cambiar y necesitaba conocer a alguien que me hiciese olvidarlo porque estaba en un maldito callejón sin salida, y comenzó el curso y parecía que la cosa iba mejor de lo que podría ir, y entonces fue como si todo se iluminase, lo que parecía un simple 'lo veo, lo quiero', acabó siendo un complejo 'lo veo, lo quiero', lo cual me vino de perlas para poder pasar página y esas cosas, pero parecía que 'lo veo, lo quiero' me veía y me quería, pero no sé, la cosa se alargó más de lo que debía, y fue pasando el tiempo, y pasando, y pasando, y se me hizo larguísimo, y a la vez llegaron otras cosas, pero no era como 'lo veo, lo quiero', no sentía que fuese alguien con quien pudiese charlar de cosas estúpidas, comer gofres en el rincón de la tienda de la chica maja, ir a conciertos de gente que ni nos importa ni nos deja de importar, salir de compras, ir a la fnac, leer en un rincón, escuchar viejos vinilos, aprovechar el invierno que para mí es una época genial, pero claro, no puede ser, porque ya ha pasado mucho tiempo. Y con quién podría pasar, jamás lo haría, jamás, porque no le gustan los gofres, los vinilos, o el invierno. No quiero que se olvide de mí, no quiero que todo esto se convierta en un 'podría pasar', si no en un 'pasará', porque quiero que pase.
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