- Miércoles. El miércoles por la mañana discutí muchísimo con mi madre, y a las diez menos diez íbamos en coche y me dijo: 'ahí te quedas, vete a clase' y me soltó en medio de la nada, así que pensé: 'vale, tengo que ir a biología obligatoriamente, pero la clase empieza en media hora. Voy a dar un paseo' y eso hice. Total, que me di un rodeo enorme para hacer tiempo, y a las diez y dieciocho minutos llego a la puerta de clase. Veo a Celia, quien lleva una carpeta en la mano. Me miro, y pienso: 'concho, las hojas de biología'. Bien, se me habían olvidado los deberes. Si me presentaba a esa clase, me tocaba salir a la pizarra y no tenía los deberes, por mucho que me supiese la lección, que no me la sabía, iba a tener un cerapio como una catedral, que haría media con los demás exámenes. Y no me podía arriesgar a tal suicidio notil. Así que me dije: 'a casa Tati' y me fui. Y allí me encontré a mi hermana. Y nos pusimos a ver Mujeres desesperadas y eso. Luego nos fuimos a casa y comimos y eso, y luego, a las cinco de la tarde, nos fuimos mi hermana y yo a ver a Pilar Lobo, nuestra profe de piano, para que nos diese las notas. Debe de ser la primera vez que tengo todo por encima del seis, con lo cual estoy bastante contenta. Hasta en piano tengo más de seis. Bueno, después de que nos diera el programa a mi hermana Luzía y a mí, fuimos corriendo corriendo a la comisaría, porque teníamos que ir a declarar como testigos de un asesinato. No, es mentira, sólo fuimos a renovarnos el DNI, tranquilo. Lo hicimos y bla bla bla, creo que nada interesante. Luego llamé a Amada para que me dejase ir a maquillarme a su casa porque perdí mi maquillaje ayer y parecía un ente extraño y asqueroso. Total, que fui, me dejño como una puerta, como siempre, y me pintó los párpados de azul y yo odio la sombra de ojos y me la estuve intentando quitar un buen rato, pero nada. Nos pusimos al día, porque hacía mucho que no la veía, desde el sábado, de hecho. Me contó que Girasol había mentido sobre un asunto muy importante. Es una furcia y siempre lo será. Menos mal que ahora mi rabia hacia ella ya se ha visto ligeramente disminuida. Porque la mataría. Luego llegaron Elena y Sara y nos fuimos a Gascona con el resto, y bla bla bla. No mucho interesante que contar sobre eso. A las ocho y veinticinco me di cuenta de que iba a perder el autobús y me fui corriendo. Llegué cuando decía el cartelito: L3 Puerto 13. O sea, que me quedaban 13 minutos que podría haber aprovechado. Mierda. Total, que fui a dar un paseo por el parque. Luego volví y quedaban 7, y luego quedaban 52, y pensé que lo había perdido y que tendría que esperar otra hora, pero no no, es que el cartel estaba mal. Llegué a casa y vi alguna película que no recuerdo.
- Jueves. Hoy fui a casa Tati, como siempre, no fui a clase porque no había nada interesante a lo que ir, vi la tele, hablé con Amanda sobre la cena de clase de por la noche, y luego fui a comer a casa y a las cuatro mi hermana y mi madre se fueron porque mi hermana se iba a ir a probar las lentillas o no sé qué así que yo aproveché para poner la música a tope, hablar con Amanda otra vez, que me contó que Girasol había mentido otra vez -qué raro, empiezo a pensar que esta chica es una mentirosa- y más cosas y luego, ah no, antes, me había llamado Gabriela la loca que es una jarta de la vida contándome sus planes locos para esta noche y luego estuve una hora pensando en qué ponerme porque toda mi ropa estaba en la maleta para Gandía y no me quedaba nada y disimuladamente cogí unos pantalones de mi hermana y una camiseta de mi madre y dije: 'hala, pal pastu' y luego llegó mamá y me fui en autobús a Oviedo y quedé con Amada y luego pasó una cosa megasuperhiperalucinante: subía yo por la plaza de España con mi música a tope y me encuentro a un grupo de gente con carteles que decían: No al maltrato animal y no sé qué más. Y entonces me fijé bien y estaba allí la chica de la acampada de la Escandalera que me había dicho que si quería tocar el piano allí con no sé quién y bla bla bla, y había un chico monísimo que ya tengo medio controlado, que llevaba unas bermudas verdes, una camisa de cuadros y la barba a medio afeitar, o sea, muy de mi estilo, y me estaban bloqueando el paso así que pasé entre ellos y el hombre monísimo de las bermudas verdes, la camisa de cuadros y la barba a medio afeitar me dijo: 'hey, chica, ¿te apetece unirte a nosotros?' pero claro, yo tenía catarro y hacía media hora que no hablaba con nadie, y llevaba la música a tope y no oía nada, así que me salió un 'no, gracias' muy pero que muy terrorífico y afónico y me fui y luego pensé: 'mierda' pero ya era muy tarde para volver porque iba a ser estúpido, así que fusilé a Amada con toques para que viniese corriendo pero no, así que fui hasta su portal y la esperé allí y ahí me encontré a Adán y tuvimos una conversación muy rara pero graciosa, en la que declinó mi fingida invitación a venir a la hoguera y luego fui a casa de Amada y estuvo media hora para pensar en qué ponerse y luego por fin nos fuimos y pasamos por la plaza de España pero el hombre no estaba ya allí así que me acompañó al auditorio, donde yo había quedado con los de clase, pero como no me apetecía nada cenar porque era un montón de comida y luego tenía pesadillas, les dije que cuando acabasen que ya los vería y me fui con Amada y con Xuan al McDonald's porque ahí estaban los demás, entre ellos la puta de la esquina -es que si digo su mote ya se sabe quién es- y me comí una hamburguesa por cortesía de Manu Virgós y llegó Adela y nos dijo lo del baile de la morsa y lo pusimos con el móvil pero daba muchísimo miedo y luego lo intentaba quitar pero no podía y fue terrible. Luego nos fuimos a Gascona donde estaban Elena y Sara y luego alguna gente se marchó y llegó Ójcar en algún momento y Amada me dijo que me invitaría a un brownie del Peggy Sue's pero llegamos y estaba todo llenísimo así que volvimos pero de camino paramos en un quiosco y me invitó a un helado, algo que no me esperaba porque fue demasiado amable por su parte. Luego estuvimos ahí sentados un rato y a las doce menos algo fuimos a la hoguera y ahí nos encontramos con Amanda, Gabriela y el resto de los de clase y nada, estuvimos ahí charlando, y Gabriela me contó sus andanzas de por la tarde y luego la gente se piró a la Mon pero yo me quedé con Amanda un rato y tiramos nuestros deseos a la hoguera pero como sabía que no se iban a cumplir puse cuatro chorradas en un ticket con lápiz de ojos y a freír. Luego Amanda y yo fuimos a la Mon también y nos invitaron a copas en un antro horrible en el que sólo había señores mayores solísimos y alguna que otra choni, pero como nos pirra el vodka no lo rechazamos. En cuanto acabamos nos fuimos corriendo y se nos ocurrió ir al iPop, y fuimos y había unos señores de treinta y pico años cantando una canción horrible pero luego pusieron Entre dos tierras de Héroes del Silencio así que me gustó y justo cuando empezaba la letra se abrió la puerta y aparecieron los del Fleming y Amanda se fue y Gabriel y yo cantamos Livin' on a prayer de Bon Jovi y lo cierto es que canta bastante bien y esa canción mola un montón. Luego convencí a Manuel para que cantase conmigo alguna y eligió Do you want to de Franz Ferdinand, lo cual me pareció una buena idea porque la canción es genial, y quedaba un poco así que llamé a Tati para decirle que iba a llegar un poco más tarde y a Xuan para que le dijese a Amada que luego íbamos a casa. Cantamos Do you want to -Manuel canta bastante mal, todo hay que decirlo- y luego nada, canté Mr. Brightside de The Killers con Gonzalo Ladreda, al que no conozco de nada pero bueno, y bueno, cantaba un poco mal también, pero como yo también canto mal y los micrófonos no deben de estar enchufados, pues pareció que las tres veces nos salió genial. Amanda me prometió cantar un día Friday I'm in love de The Cure, cuando se la supiese, y por mí genial. A las dos menos algo fui a la Gorda a ver a Amada y Adela y nos fuimos a casa y por el camino saltamos una valla y Amada se cayó y me hizo mucha gracia. Luego llegué a casa y no pude dormir en toda la noche porque esas almohadas son muy incómodas y estuve dando vueltas y vueltas y me moría de calor.
- Viernes. Me desperté sumida en un caos de sábanas, mantas, cojines, almohadas, y en el medio de todo, yo. Miré la hora, eran las 9:55, demasiado tarde para llamar a mamá y que me trajera todo lo que había memorizado a las tres de la mañana: el cepillo del pelo, el cargador del móvil, el del iPod, el bocadillo, y no sé qué más que ya no me acuerdo. Me levanté, me desarremangué la camiseta, que la llevaba por el cuello, y fui a la cocina, donde estaba Tati, me hizo/hice el desayuno, me duché, Carmen me llamó para ir a la playa, lo cual me vino genial porque no tenía ni idea de a qué hora había que ir a por las notas, luego pasé de arreglarme demasiado, cogí la camiseta de mamá, el bikini, vi un poco de los Padrinos Mágicos y luego fui a las once y media con mi hermana a por las notas y me encontré con Patric y le prometí que le avisaría si íbamos a la playa pero se me olvidó, sorry. Y entonces fue cuando me quedé alucinando. Tenía todo dieces menos un nueve. Yo calculaba que cinco dieces o así ya serían bastantes, pero no. Entonces me puse muy contenta porque todo mi esfuerzo había dado fruto y eso es muy gratificante. Hablé con Vicxor y dijo que muy bien. Y pal pastu. Entonces me dio mucha pena que se acabase el curso y me despedí de todos los de clase y nos fuimos a la playa a Gijón, of course. Dios, qué bonita es esa ciudad. Cogimos el primer autobús que pudimos, y llegamos a la una y tal, y dimos un rodeo de la leche para llegar a la playa, vueltas y vueltas. Y luego acampamos ahí y el viento soplaba la arena hacia nosotros así que Carmen y yo fuimos a dar un paseo por la playa e íbamos a toda velocidad y entonces nos encontramos con Amada y luego fuimos a buscar a Amanda para que viniese pero nos quedamos ahí y comimos a toda prisa y luego fuimos a bañarnos con Amada y Elena y estuvimos a remojo un buen rato y luego volvimos y no me acuerdo muy bien, ah, sí, Elena, Amanda, Carmen y yo fuimos a dar otro paseo porque es la mejor forma de ponerse morena y luego nos sentamos mientras Amada hablaba con Gabriel y luego fuimos a bañarnos Elena, Amada, Manuel y yo y luego, a pesar de que me pareció muy pronto, a eso de las cinco y algo, no me acuerdo, nos fuimos, a pesar del hermoso día que hacía, y por dos décimas de segundo, lo que tardé yo en beber en la fuente del parque de la plaza del Humedal, y ahí estaba Naranjito, dios, por poco. Qué rabia. Luego apareció el tipo que vi a través del cristal del McDonald's y nos preguntó que si el autobús iba a Oviedo pero no había sitio para él así que adiós. Luego llegamos y nos encontramos a Esther roja como un cangrejo sólo por detrás en la parada del autobús, luego le dijimos chao a Amanda y luego Carmen me robó los cascos del iPod, yo cogí el autobús y a las siete y cuarto llegué a casa, me duché, me lavé el pelo, me peiné, me maquillé, me vestí, todo esto en media hora, y luego nos fuimos. A las ocho pasé por el conservatorio a comprobar mis notas en el tablón y a ver cuándo acababa la graduación, porque vi que habían puesto mesas fuera como para un pincheo lo cual me pareció que era digno de aprovechar. Así que convencí a mi hermana para que viniera conmigo y entonces llegaron todos los del conser y estuvimos bebiendo zumo de melocotón y comiendo frutos secos y unas cosas que había con caviar que pensé que era chocolate pero no, y charlando con Feijoo y tal, y Ana tiró una copa, que conste que no fui yo, y cuando se acabó la comida me fui y estuve aburriéndome hasta que nos fuimos a casa y me puse a ver Los amigos de Peter y luego El dormilón pero mis padres y mi hermana se habían ido a dormir y yo estaba tan, pero tan cansada, que al final de la película me dormí y menos mal que me desperté justo cuando acabó porque si no habría dormido en el sofá y es muy incómodo. Y para colmo tuve que quitar todo lo que tenía esparcido por la cama y me llevó mucho tiempo y fue un suplicio.
- Sábado. Pues me desperté, desayuné, vi Phineas y Ferb, me duché, preparé un poco la maleta, y luego salí al jardín a tomar el sol y me encontré con un perro medio salchicha que no había visto en mi vida. Le acaricié y me fui a la hamaca y el perro me seguía, me iba a otro sitio y me seguía siguiendo, y le dije: 'sit' y se sentó, pero luego me volvió a seguir, y se puso a mis pies en la hamaca, y no me lo quité de encima hasta que me di cuenta de que hacía muchísimo calor y no podía más y entré en casa a tocar algo de Chopin y luego llegó mamá, comí, y hasta ahora, que Amanda me contó una cosa alucinante y me alegré mucho por ella. Hoy iba a quedar con Raquel, pero mañana me tengo que levantar a las cuatro o cinco de la mañana, y conmigo mi padre, para que me lleve al aeropuerto, así que saldré para coger el último autobús, el de las diez, para volver a casa, y eso significa que nada de ir a Gijón a ver a Lies in the Game, o sea, a Guille y su fabulosa banda, ni a Francisco Nixon en la Antigua Estación ni nada, así que saldré con Enol y bla bla bla y como no creo que pase nada digno de ponerme a escribir en cuanto llegue a casa y quitarme horas de sueño que probablemente recupere en el avión y Ángel me pinte un bigote en una de mis sobadas y vaya así por ahí, pues nada.
- me voy a poner muy morena
- voy gratis
- vamos en avión
- en Gandía hay dos Zaras y las rebajas en Valencia empiezan el 27
- hay playa
- paso de las mates, reitero, hay playa
- en Gandía también hay Peggy Sue's
- y ya está, es para que parezca más de lo que es
Ah, y he visto que mi blog lo lee la tira de gente, miré en eso de Estadísticas que no sabía que existía, y el de Mi vida secreta ya no es tan secreta lo lee gente hasta de Eslovenia y Singapur, o sea, alucinante, y de Dinamarca, y Reino Unido, y Alemania, y Chile, y de los Estados Unidos, y México, y Argentina, y el de Fabalover en Dinamarca, Rusia, Estados Unidos, Chile, Argentina, México, Portugal, Reino Unido y Colombia. Alucinante. Empiezo a pensar que no estoy perdiendo el tiempo. Bien. Me voy a peinar para salir y a hacer la maleta, c u later alligator.