sábado, 25 de junio de 2011

Alligator

Estoy contentísima y no alcanzo a saber por qué. Será el sol, o lo bien que queda el azul del cielo con el verde de los prados. Será la perspectiva de todo un verano por delante, de saber que puedes pasear por ahí sin pensar: 'Oh dios mío, no he hecho los deberes' o 'oh dios mío, mañana tengo examen de química y no me sé nada'. De poder siestear los domingos por la tarde en una hamaca en el jardín, de ir a la playa, de aprender a hacer surf, de ponerme morena, y de bla bla bla. Ya habrá tiempo para reflexiones filosóficas luego. El caso es que estoy muy contenta.
  • Miércoles. El miércoles por la mañana discutí muchísimo con mi madre, y a las diez menos diez íbamos en coche y me dijo: 'ahí te quedas, vete a clase' y me soltó en medio de la nada, así que pensé: 'vale, tengo que ir a biología obligatoriamente, pero la clase empieza en media hora. Voy a dar un paseo' y eso hice. Total, que me di un rodeo enorme para hacer tiempo, y a las diez y dieciocho minutos llego a la puerta de clase. Veo a Celia, quien lleva una carpeta en la mano. Me miro, y pienso: 'concho, las hojas de biología'. Bien, se me habían olvidado los deberes. Si me presentaba a esa clase, me tocaba salir a la pizarra y no tenía los deberes, por mucho que me supiese la lección, que no me la sabía, iba a tener un cerapio como una catedral, que haría media con los demás exámenes. Y no me podía arriesgar a tal suicidio notil. Así que me dije: 'a casa Tati' y me fui. Y allí me encontré a mi hermana. Y nos pusimos a ver Mujeres desesperadas y eso. Luego nos fuimos a casa y comimos y eso, y luego, a las cinco de la tarde, nos fuimos mi hermana y yo a ver a Pilar Lobo, nuestra profe de piano, para que nos diese las notas. Debe de ser la primera vez que tengo todo por encima del seis, con lo cual estoy bastante contenta. Hasta en piano tengo más de seis. Bueno, después de que nos diera el programa a mi hermana Luzía y a mí, fuimos corriendo corriendo a la comisaría, porque teníamos que ir a declarar como testigos de un asesinato. No, es mentira, sólo fuimos a renovarnos el DNI, tranquilo. Lo hicimos y bla bla bla, creo que nada interesante. Luego llamé a Amada para que me dejase ir a maquillarme a su casa porque perdí mi maquillaje ayer y parecía un ente extraño y asqueroso. Total, que fui, me dejño como una puerta, como siempre, y me pintó los párpados de azul y yo odio la sombra de ojos y me la estuve intentando quitar un buen rato, pero nada. Nos pusimos al día, porque hacía mucho que no la veía, desde el sábado, de hecho. Me contó que Girasol había mentido sobre un asunto muy importante. Es una furcia y siempre lo será. Menos mal que ahora mi rabia hacia ella ya se ha visto ligeramente disminuida. Porque la mataría. Luego llegaron Elena y Sara y nos fuimos a Gascona con el resto, y bla bla bla. No mucho interesante que contar sobre eso. A las ocho y veinticinco me di cuenta de que iba a perder el autobús y me fui corriendo. Llegué cuando decía el cartelito: L3 Puerto 13. O sea, que me quedaban 13 minutos que podría haber aprovechado. Mierda. Total, que fui a dar un paseo por el parque. Luego volví y quedaban 7, y luego quedaban 52, y pensé que lo había perdido y que tendría que esperar otra hora, pero no no, es que el cartel estaba mal. Llegué a casa y vi alguna película que no recuerdo.

  • Jueves. Hoy fui a casa Tati, como siempre, no fui a clase porque no había nada interesante a lo que ir, vi la tele, hablé con Amanda sobre la cena de clase de por la noche, y luego fui a comer a casa y a las cuatro mi hermana y mi madre se fueron porque mi hermana se iba a ir a probar las lentillas o no sé qué así que yo aproveché para poner la música a tope, hablar con Amanda otra vez, que me contó que Girasol había mentido otra vez -qué raro, empiezo a pensar que esta chica es una mentirosa- y más cosas y luego, ah no, antes, me había llamado Gabriela la loca que es una jarta de la vida contándome sus planes locos para esta noche y luego estuve una hora pensando en qué ponerme porque toda mi ropa estaba en la maleta para Gandía y no me quedaba nada y disimuladamente cogí unos pantalones de mi hermana y una camiseta de mi madre y dije: 'hala, pal pastu' y luego llegó mamá y me fui en autobús a Oviedo y quedé con Amada y luego pasó una cosa megasuperhiperalucinante: subía yo por la plaza de España con mi música a tope y me encuentro a un grupo de gente con carteles que decían: No al maltrato animal y no sé qué más. Y entonces me fijé bien y estaba allí la chica de la acampada de la Escandalera que me había dicho que si quería tocar el piano allí con no sé quién y bla bla bla, y había un chico monísimo que ya tengo medio controlado, que llevaba unas bermudas verdes, una camisa de cuadros y la barba a medio afeitar, o sea, muy de mi estilo, y me estaban bloqueando el paso así que pasé entre ellos y el hombre monísimo de las bermudas verdes, la camisa de cuadros y la barba a medio afeitar me dijo: 'hey, chica, ¿te apetece unirte a nosotros?' pero claro, yo tenía catarro y hacía media hora que no hablaba con nadie, y llevaba la música a tope y no oía nada, así que me salió un 'no, gracias' muy pero que muy terrorífico y afónico y me fui y luego pensé: 'mierda' pero ya era muy tarde para volver porque iba a ser estúpido, así que fusilé a Amada con toques para que viniese corriendo pero no, así que fui hasta su portal y la esperé allí y ahí me encontré a Adán y tuvimos una conversación muy rara pero graciosa, en la que declinó mi fingida invitación a venir a la hoguera y luego fui a casa de Amada y estuvo media hora para pensar en qué ponerse y luego por fin nos fuimos y pasamos por la plaza de España pero el hombre no estaba ya allí así que me acompañó al auditorio, donde yo había quedado con los de clase, pero como no me apetecía nada cenar porque era un montón de comida y luego tenía pesadillas, les dije que cuando acabasen que ya los vería y me fui con Amada y con Xuan al McDonald's porque ahí estaban los demás, entre ellos la puta de la esquina -es que si digo su mote ya se sabe quién es- y me comí una hamburguesa por cortesía de Manu Virgós y llegó Adela y nos dijo lo del baile de la morsa y lo pusimos con el móvil pero daba muchísimo miedo y luego lo intentaba quitar pero no podía y fue terrible. Luego nos fuimos a Gascona donde estaban Elena y Sara y luego alguna gente se marchó y llegó Ójcar en algún momento y Amada me dijo que me invitaría a un brownie del Peggy Sue's pero llegamos y estaba todo llenísimo así que volvimos pero de camino paramos en un quiosco y me invitó a un helado, algo que no me esperaba porque fue demasiado amable por su parte. Luego estuvimos ahí sentados un rato y a las doce menos algo fuimos a la hoguera y ahí nos encontramos con Amanda, Gabriela y el resto de los de clase y nada, estuvimos ahí charlando, y Gabriela me contó sus andanzas de por la tarde y luego la gente se piró a la Mon pero yo me quedé con Amanda un rato y tiramos nuestros deseos a la hoguera pero como sabía que no se iban a cumplir puse cuatro chorradas en un ticket con lápiz de ojos y a freír. Luego Amanda y yo fuimos a la Mon también y nos invitaron a copas en un antro horrible en el que sólo había señores mayores solísimos y alguna que otra choni, pero como nos pirra el vodka no lo rechazamos. En cuanto acabamos nos fuimos corriendo y se nos ocurrió ir al iPop, y fuimos y había unos señores de treinta y pico años cantando una canción horrible pero luego pusieron Entre dos tierras de Héroes del Silencio así que me gustó y justo cuando empezaba la letra se abrió la puerta y aparecieron los del Fleming y Amanda se fue y Gabriel y yo cantamos Livin' on a prayer de Bon Jovi y lo cierto es que canta bastante bien y esa canción mola un montón. Luego convencí a Manuel para que cantase conmigo alguna y eligió Do you want to de Franz Ferdinand, lo cual me pareció una buena idea porque la canción es genial, y quedaba un poco así que llamé a Tati para decirle que iba a llegar un poco más tarde y a Xuan para que le dijese a Amada que luego íbamos a casa. Cantamos Do you want to -Manuel canta bastante mal, todo hay que decirlo- y luego nada, canté Mr. Brightside de The Killers con Gonzalo Ladreda, al que no conozco de nada pero bueno, y bueno, cantaba un poco mal también, pero como yo también canto mal y los micrófonos no deben de estar enchufados, pues pareció que las tres veces nos salió genial. Amanda me prometió cantar un día Friday I'm in love de The Cure, cuando se la supiese, y por mí genial. A las dos menos algo fui a la Gorda a ver a Amada y Adela y nos fuimos a casa y por el camino saltamos una valla y Amada se cayó y me hizo mucha gracia. Luego llegué a casa y no pude dormir en toda la noche porque esas almohadas son muy incómodas y estuve dando vueltas y vueltas y me moría de calor.

  • Viernes. Me desperté sumida en un caos de sábanas, mantas, cojines, almohadas, y en el medio de todo, yo. Miré la hora, eran las 9:55, demasiado tarde para llamar a mamá y que me trajera todo lo que había memorizado a las tres de la mañana: el cepillo del pelo, el cargador del móvil, el del iPod, el bocadillo, y no sé qué más que ya no me acuerdo. Me levanté, me desarremangué la camiseta, que la llevaba por el cuello, y fui a la cocina, donde estaba Tati, me hizo/hice el desayuno, me duché, Carmen me llamó para ir a la playa, lo cual me vino genial porque no tenía ni idea de a qué hora había que ir a por las notas, luego pasé de arreglarme demasiado, cogí la camiseta de mamá, el bikini, vi un poco de los Padrinos Mágicos y luego fui a las once y media con mi hermana a por las notas y me encontré con Patric y le prometí que le avisaría si íbamos a la playa pero se me olvidó, sorry. Y entonces fue cuando me quedé alucinando. Tenía todo dieces menos un nueve. Yo calculaba que cinco dieces o así ya serían bastantes, pero no. Entonces me puse muy contenta porque todo mi esfuerzo había dado fruto y eso es muy gratificante. Hablé con Vicxor y dijo que muy bien. Y pal pastu. Entonces me dio mucha pena que se acabase el curso y me despedí de todos los de clase y nos fuimos a la playa a Gijón, of course. Dios, qué bonita es esa ciudad. Cogimos el primer autobús que pudimos, y llegamos a la una y tal, y dimos un rodeo de la leche para llegar a la playa, vueltas y vueltas. Y luego acampamos ahí y el viento soplaba la arena hacia nosotros así que Carmen y yo fuimos a dar un paseo por la playa e íbamos a toda velocidad y entonces nos encontramos con Amada y luego fuimos a buscar a Amanda para que viniese pero nos quedamos ahí y comimos a toda prisa y luego fuimos a bañarnos con Amada y Elena y estuvimos a remojo un buen rato y luego volvimos y no me acuerdo muy bien, ah, sí, Elena, Amanda, Carmen y yo fuimos a dar otro paseo porque es la mejor forma de ponerse morena y luego nos sentamos mientras Amada hablaba con Gabriel y luego fuimos a bañarnos Elena, Amada, Manuel y yo y luego, a pesar de que me pareció muy pronto, a eso de las cinco y algo, no me acuerdo, nos fuimos, a pesar del hermoso día que hacía, y por dos décimas de segundo, lo que tardé yo en beber en la fuente del parque de la plaza del Humedal, y ahí estaba Naranjito, dios, por poco. Qué rabia. Luego apareció el tipo que vi a través del cristal del McDonald's y nos preguntó que si el autobús iba a Oviedo pero no había sitio para él así que adiós. Luego llegamos y nos encontramos a Esther roja como un cangrejo sólo por detrás en la parada del autobús, luego le dijimos chao a Amanda y luego Carmen me robó los cascos del iPod, yo cogí el autobús y a las siete y cuarto llegué a casa, me duché, me lavé el pelo, me peiné, me maquillé, me vestí, todo esto en media hora, y luego nos fuimos. A las ocho pasé por el conservatorio a comprobar mis notas en el tablón y a ver cuándo acababa la graduación, porque vi que habían puesto mesas fuera como para un pincheo lo cual me pareció que era digno de aprovechar. Así que convencí a mi hermana para que viniera conmigo y entonces llegaron todos los del conser y estuvimos bebiendo zumo de melocotón y comiendo frutos secos y unas cosas que había con caviar que pensé que era chocolate pero no, y charlando con Feijoo y tal, y Ana tiró una copa, que conste que no fui yo, y cuando se acabó la comida me fui y estuve aburriéndome hasta que nos fuimos a casa y me puse a ver Los amigos de Peter y luego El dormilón pero mis padres y mi hermana se habían ido a dormir y yo estaba tan, pero tan cansada, que al final de la película me dormí y menos mal que me desperté justo cuando acabó porque si no habría dormido en el sofá y es muy incómodo. Y para colmo tuve que quitar todo lo que tenía esparcido por la cama y me llevó mucho tiempo y fue un suplicio.

  • Sábado. Pues me desperté, desayuné, vi Phineas y Ferb, me duché, preparé un poco la maleta, y luego salí al jardín a tomar el sol y me encontré con un perro medio salchicha que no había visto en mi vida. Le acaricié y me fui a la hamaca y el perro me seguía, me iba a otro sitio y me seguía siguiendo, y le dije: 'sit' y se sentó, pero luego me volvió a seguir, y se puso a mis pies en la hamaca, y no me lo quité de encima hasta que me di cuenta de que hacía muchísimo calor y no podía más y entré en casa a tocar algo de Chopin y luego llegó mamá, comí, y hasta ahora, que Amanda me contó una cosa alucinante y me alegré mucho por ella. Hoy iba a quedar con Raquel, pero mañana me tengo que levantar a las cuatro o cinco de la mañana, y conmigo mi padre, para que me lleve al aeropuerto, así que saldré para coger el último autobús, el de las diez, para volver a casa, y eso significa que nada de ir a Gijón a ver a Lies in the Game, o sea, a Guille y su fabulosa banda, ni a Francisco Nixon en la Antigua Estación ni nada, así que saldré con Enol y bla bla bla y como no creo que pase nada digno de ponerme a escribir en cuanto llegue a casa y quitarme horas de sueño que probablemente recupere en el avión y Ángel me pinte un bigote en una de mis sobadas y vaya así por ahí, pues nada.
Así que me voy a Gandía a un puñetero campamento de frikis de las mates para el que me han seleccionado, pero mirando la parte positiva:
  1. me voy a poner muy morena
  2. voy gratis
  3. vamos en avión
  4. en Gandía hay dos Zaras y las rebajas en Valencia empiezan el 27
  5. hay playa
  6. paso de las mates, reitero, hay playa
  7. en Gandía también hay Peggy Sue's
  8. y ya está, es para que parezca más de lo que es
Por lo tanto, me parece genial ir, aunque tampoco una maravilla, porque está la Piñuda y porque no me gustan demasiado las mates. Pero me voy a poner muy morena. Maravilloso. Y sólo voy cinco días.
Ah, y he visto que mi blog lo lee la tira de gente, miré en eso de Estadísticas que no sabía que existía, y el de Mi vida secreta ya no es tan secreta lo lee gente hasta de Eslovenia y Singapur, o sea, alucinante, y de Dinamarca, y Reino Unido, y Alemania, y Chile, y de los Estados Unidos, y México, y Argentina, y el de Fabalover en Dinamarca, Rusia, Estados Unidos, Chile, Argentina, México, Portugal, Reino Unido y Colombia. Alucinante. Empiezo a pensar que no estoy perdiendo el tiempo. Bien. Me voy a peinar para salir y a hacer la maleta, c u later alligator.

martes, 21 de junio de 2011

Vale, ahora voy a relatar lo que he hecho desde el sábado hasta hoy, martes. Lo cierto es que como no lo apunté en la agenda pues no me acuerdo muy bien, de hecho no me acuerdo de nada. Así que haré memoria:
  • Sábado. Por la mañana no me acuerdo muy bien, pero supongo que salí de compras. Ah, sí, hombre, sí, salí de compras y de la que volvía a la braña, o sea, a casa, de repente, en una curva, chas, chocamos con un coche, y se abollaron los dos, y lo peor de todo es que yo no lo vi porque en ese preciso momento era mi hermana la que iba alante, y yo estaba a mi bola escuchando música y no lo vi. Con lo que habría molado ver el choque. Luego me arreglé -un poco eh, tampoco demasiado- y a las seis y media fui a la puerta del Fleming porque era el cumpleaños de las gemelas. Casualmente llevaba yo esa cazadora vaquera que también utilicé el día del cumpleaños de Enol, y casualmente tenía las velas que utilizamos en los bolsillos, y casualmente también había un brownie delicioso esperándonos, entonces dije: 'coñó, las velas' y las puse ahí con el brownie. Fuimos al Alimerka a comprar cosuques y de repente las velas desaparecieron. Y luego fuimos al Parque de Invierno y nos sentamos ahí, justo al lado de Folgueras, mi exprofesor de Física y Química. Y ahí nos comimos el brownie, y charlamos, y bebimos, y jugamos al tío Maragato y yo era el 7 y el 12 y La loca de los gatos y Gabriel y no sé cuántas cosas más porque me perdí muchísimo. Luego, a eso de las ocho o las nueve, fuimos por ahí y tal, ¿y qué más? No sé, básicamente eso. Estudio, Tribeca, me encontré con los del cumple de Isa, al cual no pude ir, luego ayudé a Amanda a decidirse de una vez y a hacer lo correcto -y no digas que no, porque hacerme caso siempre es lo mejor- y bla bla bla y luego no me acuerdo muy bien. Al final andábamos por ahí y nos sentamos en una plaza y comimos un poco y me encontré con Raquel y luego estuvimos ahí hasta la una que nos fuimos y Violeta nos dijo que en el iPop había Singstar, lo cual es algo estupendísimo. Me lo pasé muy bien en el botellón pero luego me enfadé con Elena porque siempre está con lo mismo y luego ficha máxima.
  • Domingo. Tomé el sol como una lagartija, bueno, en realidad no tanto porque no aguantaba de calor, y luego me fui a la sombra y seguí haciendo Vacas, cerdos, guerras y brujas del maldito Marvin Harris que me tiene hasta el moño ya. Luego fuimos a Gijón y hacía un día estupendísimo y es muy bonita la ciudad y los edificios y las tiendas. He decidido pasar la primera semana de julio todos los días allí, hasta que me vaya a Inglaterra. Es maravilloso. Me encanta.
  • Lunes. Me pasé la mañana en casa Tati haciendo el trabajo de Vacas, cerdos, guerras y brujas y viendo Mujeres desesperadas luego fui a sexta hora a entregarlo y después de que Paz me felicitase por mi grandiosa actuación y de ver a Valerie por tercera vez en el curso, fuimos a tomarnos un refrigerio. Luego fui a comer y luego fui a llevar a mi hermana al conservatorio pero resulta que no tenía por qué ir al concierto de coro porque estaba afónica, y yo también, porque tenemos catarro las dos, así que fuimos a llevar las gafas a arreglar, que un niño se las había aplastado con una silla y estaban dobladísimas, y luego a Women Secret y luego a casa y de seis a ocho me quedé dormida bajo el sol en cuanto se me acabó la batería del iPod y a las nueve me miré y tenía la marca del bikini ¡pero alucinantemente! Y luego nada, a hacer Mucho ruido y pocas nueces y a ver Con faldas y a lo loco -de esto me acuerdo porque fue ayer.
  • Martes. Es hoy así que me acuerdo bastante bien. Fui a casa Tati, como ayer, y estuve ahí haciendo el trabajo de Mucho ruido y pocas nueces y luego vi Mujeres desesperadas y luego me di cuenta de que no lo iba a tener para las dos y media y aceleré y aceleré y Alba me dijo que mejor lo entregábamos al acabar la clase y entonces me sobró tiempo y fui a entregarlo pero tardísimo, cuando todo el mundo había salido de clase y me encontré a la Montero en el hall y me acerqué y me miró con cara de ¡NO! pero le di el trabajo y dijo que igual tenía tiempo de mirarlo, como no me ponga un 9 la muy zorra se va a cagar. Luego subimos a las piscinas del Cristo Esther, Elena, Ójcar y yo, y luego más gente, pero yo no me podía bañar porque mi madre me lo prohibió por el catarro, pero me lo pasé bien igualmente ahí en la toalla abrigadísima con el calor que hacía. Y nada, eso, más o menos, ahí comimos y pasamos la tarde todos, y charlamos y charlamos, y luego a las seis y veinte decidí ir yendo a inglés porque quería ir andando y mi academia de inglés está en la calle San Francisco, y ya salí con prisa pensando que iba a llegar tarde, pero qué va, llegué al parque San Francisco a las siete menos cuarto, fui a la biblioteca a devolver Mucho ruido y pocas nueces y todavía me sobró tiempo, y fui todo el día con el iPod sin batería. Total, que fui a clase, la última del año, porque el martes que viene estoy en Gandía, y milagrosamente accedió a poner The Last Shadow Puppets, pero sólo media hora, porque luego puso The Fall. Luego me vine a casa y ya. Ahora me voy a ver Modern Family.
El viernes no sé si ir a ver a Vetusta Morla o ir a la playa, porque el concierto es a media tarde y no logro decidirme. Pero va a hacer mucho calor y me apetece bañarme, a ver si no persiste este catarro.

sábado, 18 de junio de 2011

La jaula de los locos

Vale, estoy muerta. No, es más, estoy muertísima. Estos últimos días he pasado cinco horas seguidas en teatro. No puedo más. Tuve que 'estudiar' por la noche, vaya broma. No, en realidad es mentira. Por la noche dormí como un tronco.

  • Miércoles. En clase, examen de mates muy mortal. Me salió torpemente mal, bueno, menos mal que tengo al lado a Amanda y a Cris y al final saqué un 9,75. Odio las #MatesAramo. Luego fui a comer a casa de mi abuela y luego fui corriendo al conservatorio porque tenía concierto a las 16.30 y a las 16.00 tenía que ir a probar el piano y a que Pilar me dijera si estaba la obra decente para tocar o no. Pues bien, ensayo, me sale bien -no había tocado en toda la semana- y empieza el concierto. Como soy de las más mayores, toco de las últimas. Salgo, rodeo el piano por el lado contrario, me siento, intento subir la banqueta, no se sube, pienso ¡a freír! y ¿cómo demonios empezaba esto? y empiezo a tocar. No se notan los crescendos, y me prometí que para la segunda vez los haría más marcados. Llego al pasaje central, la, mi la, mi la, fa fa, fa, si fa, do mi re, do mi re si y me quedo en blanco. Bien. Toco la la la la y las a tutiplén, y mientras tanto, notas a boleo en la izquierda. ¿Qué hago? No me acuerdo de cómo seguía la izquierda. Ése es el problema de tocar de memoria. Pues vuelvo a empezar el pasaje, que casualmente lo hacía en la nota la. Remediado. Rezo por que no se haya notado y sigo adelante. Menos mal que es el Vals del Minuto y que no tengo mucho más tiempo para cagarla. Hala, acabo con una escala de tresillos de vete tú a saber qué tonalidad, cuatro acordes y chao, me levanto corriendo del piano, cojo mis cosas, abandono el concierto antes de que acabase, y me voy corriendo a teatro, que lo tenía a las 18.00. Desgraciadamente, llegué un cuarto de hora antes, así que me dije: hala, a estudiar. Y me metí en el vestuario y me puse a estudiar literatura. TODA. Leí dos páginas, interrumpida por un montón de niñas de las de danza que venían, me miraban y se iban. Al final entró una y me dijo: ¿estás estudiando? y yo: y ella: ¿te lo pregunto? ¿Cómo demonios me iba a preguntar la lección de literatura de Carmen Montero, si mis apuntes no los entendía ni yo, si esa niña debió de aprender a leer el año pasado, si no había dado literatura en su día? Le dije: ¡claro! porque la niña era muy simpática y le busqué algo facilito. No hay de eso en la clase de Montero. Me salvó que llegaron las de teatro en ese momento y me escabullí. Entonces empezó el ensayo general. No tenía ni idea de qué iba la obra, al menos lo de los demás, así que estuvo bien verlo. Salimos afuera, y los mayores que actuaban al principio no se sabían su papel y sólo había tres. Luego vimos los bailes. Los de las niñas eran un poco mierda, los de las mayores bueno, bah, estaban bastante bien. Luego vino el baile de los bancos y ése me gustó bastante. Luego lo del restaurante de los recuerdos ése, en el que actuaba mi hermana, y me encantó la parte de: plato de tegnuga, pañuelitos, musiquita, bah, es como poneg megmelada sobge galleta, dulce seguro. Sólo faltaba el meguengue, y una guinda y no sé qué, me hizo muchísima gracia. Luego llegó lo nuestro, La jaula de los locos, luego lo de la sinapsis de las neuronas esa, los cuentos de las niñas o no sé qué, el teatro de los mayores y luego el baile final, y luego lo de la tarta esa de plástico. Me gustó bastante la idea, pensé que iba a ser peor. Luego papá y yo fuimos a ver al Sr Chinarro, y me gustó mucho, aunque sólo tocó, que yo conociese, Esplendor en la hierba -que por cierto estoy escuchando ahora mismo- y Vacaciones en el mar, que pensé que no la iba a tocar. Antes, justo antes del concierto, me llamó Gabilonda contándome lo de Girasol, y me sentó tan mal que lloré con San Antonio y con otra canción que no me acuerdo del nombre, y luego me cabreé un montón. A las 22.30 o así llegué a casa, y a las 00.00 intenté ponerme a estudiar lengua, y felicité a las gemelas, pero había tomado tan poco café que no podía concentrarme, y estuve veinte minutos mirando a las musarañas -que no hay pocas en mi casa-, y dije: hala, chao Monti, sé feliz. Sólo había llegado al Libro de buen amor pero pensé que para qué estudiar más, si total, sólo era para subir un punto en la evaluación, y Monti no regala nada, así que total seguro que no me iba a servir para nada. Y dormí como un tronco.

  • Jueves. Me desperté, corrí un poco mientras me acicalaba para que me diese tiempo a repasar literatura cinco minutos antes de clase, que para colmo, el examen era a primera, pero qué va. Llegué, y como Monti siempre llega tarde pues miré algo, o sea, todo el Renacimiento y algo del Barroco, y el final de la Edad Media, en unos cinco minutos. Reparte el examen y leo: Poesía del Renacimiento, o sea, lo que peor me sabía, lo que menos había estudiado y lo más difícil. Menos mal que se me da bastante bien improvisar. Tenía toda la hora para una pregunta, así que me lo tomé con calma. Lo cierto es que empecé a recopilar datos y escribí dos caras y media, en 40 minutos, y apurando, así que los demás que tenían que hacer seis preguntas de más o menos la misma extensión no sé cómo se arreglaron. Luego educación física, bla bla bla, alternativa, pirando dibujo para ir a casa de los trillis, biología, bla bla bla, y tutoría, que vino la de mates a darnos las notas del examen del día anterior. Guay. En el recreo fui al Fleming a felicitar a las gemelas otra vez, que por cierto, también era el cumpleaños de mi papá Manu Carrero y se me había olvidado por la mañana. Después fuimos a comer a casa de mi abuela y luego fuimos a teatro, llevamos a Elena, nos cambiamos en el coche, corriendo, llegamos a teatro a las 17.30, nos maquillaron -desgraciadamente- y luego esperamos a actuar. En las tres sesiones vinieron: Miguel el profesor de tecnología, Gepetto, Aida Piedra, Álvaro Reneses, su novia Laura, Adriana, y ya no me acuerdo de quién más porque si miraba al público me reía. Nos salió bastante bien, aunque eso sí, mejoramos con las actuaciones, porque nunca lo habíamos ensayado todos juntos y llevábamos sólo dos semanas con la obra. Entre actuación y actuación nos aburrimos un montón, comimos filipinos por un tubo, contamos chistes, jugamos a las películas, hablamos de libros, de exámenes, de carreras, del verano. Los focos nos ahogaban de calor. Para colmo, en nuestro final hay que quedarse quieto hasta que saliese el último espectador, y hubo uno, en la segunda sesión, que dijo: voy a quedarme aquí y no pasar a la sinapsis, a ver cuánto tiempo aguantan. Le freímos con la mirada y al final se fue. Acabamos a las 21.44 y nos fuimos a casa. Comimos tarta, le dimos los regalos a papá y me fui a dormir.

  • Viernes. Como es hoy, me acuerdo bastante bien de todo. Me desperté muerta de dolor, y fui a clase, como siempre. La de cmc escribió en la pizarra que no nos iba a dar clase y que estudiásemos, pero es que no nos apetecía nada, así que charlamos. Y vi vídeos de Franz Ferdinand. Luego, en mates, se puso a darnos derivadas logarítmicas, pero a media clase lo dejó porque era un rollo. A tercera teníamos el control de física. Electricidad. Vaya mal que me salió. Menos mal que en los demás controles y en los exámenes y en el global tengo sobresalientes. Pero fatal. Cristina y yo nos pasamos los resultados descaradísimamente pero no creo que haya servido de mucho. Vamos, que muy mal. Luego, a cuarta, piramos inglés porque la profe estaba de viaje y fuimos al Calatrava con las del Fleming. Adoro la multicoloriedad de Zara. En serio, la amo. Demasiado buen gusto, pero nunca demasiados colores ácidos juntos. Me encanta. Luego fuimos a biología y acabé la práctica de los ácidos nucleicos la primera, y tengo nota. Bien. Luego piramos filosofía y estuvimos sentados ahí al sol hasta que fue la hora de irse a casa. Comí, reposé un rato, hice cosas, me vestí para teatro, me peiné, y mamá me riñó un montón porque no había recogido la ropa de la silla y eran las 17.00 y aún no estaba preparada para ir a teatro. Llegué con tiempo de sobra, Valentín no había dado el primer aviso todavía, y ya me había yo maquillado para que no me maquillasen allí y parecer aún más monstruo. Las tres sesiones de siempre. En el principio de la segunda Andrés, Yun y yo nos vestimos de personas normales y nos infiltramos en el público de fuera, pero Yolanda nos descubrió, así que abortamos el plan. Entre sesiones jugamos a Uno, a las películas, charlamos, zampamos... y eso. Hoy vinieron a vernos: papá, mamá, los padres de Patricia, Amada, Ana Cachero, Charles, su amigo Dacosta y otro que no sé quién es, Jaime, Raquel, Paz la profe de Filosofía, Conchita la profe de Latín y Griego que nos llevó al viaje de estudios, la madre de Helena, Elisa, su hermana, Raquel, Jaime, Alicia, Joaquín, y no me acuerdo de quién más. Estuvo bastante bien. El mejor público de todos fue el de la segunda vez y el de la tercera, que parecía que lo entendían. Hoy nos habían añadido frases a algunas personas porque Violeta no había podido venir porque tenía concierto, con lo cual tuve que estar pendiente de alquilo, arriendo, especulo y permuto, cosa que no sabía ni remotamente cuándo tenía que decirla. Las nuevas frases no las ensayamos, así que en la primera sesión así salió. El caso es que a toda la gente a la que pregunté, y a la que no pregunté, le gustó mucho la obra, lo hicimos genial y bla bla bla.
Y así es como comienza mi libertad. Bueno, en realidad no, porque aún tengo que hacer dos exhaustivos trabajos, uno sobre Vacas, cerdos, guerras y brujas y otro sobre Mucho ruido y pocas nueces. Mañana es el cumpleaños de las gemelas y el último sábado del curso que puedo salir, porque el siguiente me voy a Gandía el domingo a las cinco de la mañana, así que como que ir de doblete no. Y sobre el tema Girasol no voy a decir mucho más, salvo que es una puta y que la odio. ¿Cómo diablos me las arreglo para escribir tanto sobre tres días de mi vida?

miércoles, 15 de junio de 2011

Girasol

Hola Girasol, esto es para ti:

ERES UNA PUTA

Mañana lo contaré todo con sumo detalle, es que acabo de volver de ver a Sr Chinarro y estoy cansada y tengo que estudiar literatura. Eres odiosa, muérete perra, ojalá ardas en el infierno.
Y esto lo escribo desde el odio que siento en mi interior, PUTA. Tío que nos mola, tío a por el que vas. No tienes ni pizca de no sé, de sentido común o sentido de la amistad o lo que sea.
No voy a dormir en toda la noche pensando en lo mucho que te odio (y en toda la literatura que me tengo que estudiar para mañana).

martes, 14 de junio de 2011

Michael

Vaya mortífero todo. Empezaré con el lunes. Fue un día muy chachi hasta eso de las cinco y media, cuando fui a clase de análisis para hacer el examen porque el jueves no lo iba a poder hacer y allí no apareció ni dios. Ah, y antes volví a las andadas planeando una ruta alternativa desde la biblioteca hasta el conservatorio, con rodeos incluidos para cuadrar la hora de encuentro.
Como no pude hacer el examen, le pedí a Jorge que me acompañase a comprar la bebida para el Martes de Campo. Total, que llegamos a cámara y charlamos con la profe y le dimos coba o alcoba o no sé cómo se dice y tocamos cuatro frases de cada movimiento de la sonata y dijo: 'Hale chicos, a freír!', bueno, no dijo exactamente eso, pero fue como: no volváis por aquí y no quiero que me cojáis el año que viene. Cámara liquidada.
Luego Jorge me acompañó hasta donde mi madre me iba a buscar porque tenía tanto calor que no me apetecía caminar y le dije que me llevase a teatro y fui a teatro y estuve una hora, de la cual sólo ensayamos veinte minutos entre cambiarse de ropa y ponerse el traje y patatín y patatán y luego yo dije que me tenía que ir porque estaba cansadísima.

Ahora viene lo bueno: Martes de Campo.
Acabo de llegar a casa y estoy muertísima. Me duele todo. ¿Y por qué? Pues por esto:
Pensé en que lo más apropiado sería levantarme a las 9.30, ya que habíamos quedado a las 11.30 y tendría que coger el bus de en punto. Decidí no poner el despertador porque si no tendría que cambiarle la hora y bla bla bla y no me apetecía, y como siempre me despierto antes aunque luego me duermo pues pensé: venga Dido, no pongas el despertador pero estate atenta porque a las 9.30 tienes que levantarte. Y estuve todo el rato soñando que era domingo y que tenía que ir a Galicia a un concierto de los Arctic Monkeys porque me iba a llevar papá y tenía que levantarme pronto y me quedaba dormida y no me daba tiempo a lavarme el pelo ni a desayunar y tuvimos que ir papá y yo corriendo a Galicia a ver el concierto y creo que ni siquiera teníamos entradas. El caso es que estaba tan preocupada en sueños como en la realidad, y no pude dormir y me desperté, desde las 7.15, cada cuarto de hora, pensando que no me iba a dar tiempo, y además estaba muy desorientada. Total, que no dormí casi nada.
A eso de las 11.30 fui a casa de las gemelas y claro, cómo no, estaban aún sin preparar. Así que no salimos hasta las 12.00, y claro, yo estaba atacadísima porque no nos iba a dar tiempo y el concierto empezaba media hora más tarde. Compré una empanada y fuimos corriendo. Y nada, eso, esperamos ahí a Gabriela y yo seguía de los nervios, además hacía mucho calor y fui cargando con una botella de trina de manzana todo el camino y no me apetecía.
Llegamos y dejamos las cosas corriendo y fuimos a ver el concierto pero como siempre se había retrasado. Y nada, tampoco es que me acuerde de todos los detalles, aunque ocurriesen hace diez horas, pero bueno. Vimos a Sextilis tocar y moló mucho, con canciones como Last Nite, El incendio, The View From The Afternoon, Where is my mind, Creep, Acquiesce, Plug in Baby, Time is Running Out, Wake Me Up When September Ends, American Idiot, y cómo no, la maravillosa Michael.
Luego comimos la empanadilla y algo más Elena y yo y volvimos a ver a los otros grupos. El segundo me gustó pero tampoco nada especial, el tercero me gustó bastante porque tocaron Are You Gonna Be My Girl y Seven Nation Army y Song 2 y algunas más que no me acuerdo. Una de Blink-182 y no sé qué más. El cuarto no me gustó nada porque lo único que hacían era 'uuooooorrrrrgggggghhh' y rugidos semejantes y no me prestó nada. Y el quinto, los Morrigans, me gustaron muchísimo, porque no sólo abrieron con Sweet Home Alabama y vino todo el mundo corriendo a escucharlos, si no que también tocaron Money for Nothing de los Dire Straits y sabía que a mi mamá le haría mucha ilusión cuando se lo contara y me sorprendió mucho escuchar una canción así en un concierto así. Y las canciones que componían ellos eran muy buenas y además el tipo de la guitarra-cantante tocaba genial, incluso con la guitarra detrás del cuello, que era algo que no había visto hacer nunca en directo. Y nada, eso, me gustó un montón. Los conciertos fueron alucinantes.
Fuera de la música, el resto se podría decir que fue una mierda. Me cabreé mucho con el tema Girasol porque esa tía me saca de quicio, o sea, es que en realidad no me cabreé por lo que podría haberme hecho a mí, que al fin y al cabo es una gilipollez, pero es que si sólo me lo hubiese hecho a mí, que también lo intentó hace unos meses otra vez, pues vale, pero es que no soy la única afectada por esa grasosa de mierda asquerosa a la que odio con todas mis fuerzas y que si pudiese no volvería a ver ni a dirigirle la palabra en mi puñetera vida, furcia de mierda, que eres fea como un cardo borriquero! Hala, ya me he quedado a gusto, a por otra cosa, mariposa.
También estuvimos hablando largo y tendido con Patric, sobre moda, combinaciones de colores y accesorios y vestidores. Él sí que sabe. Viva la policromía.
Eso, que estoy muerta, reventá, tenía pensado estudiar algo de literatura -de mates ya hice folio así que nada- hoy cuando llegase a casa pero eran las 20.00 y tenía que tocar el piano, que mañana tengo concierto, y además es en el auditorio, y sé que me voy a poner muy nerviosa y que la voy a cagar y que va a ser una mierda pero el Vals del Minuto sólo dura dos minutos, a pesar del título, así que no me dará tiempo a meter la pata apenas. O eso espero...
Y hala, eso, que mañana examen de mates y estoy que reviento. Y que odio a Girasol. Y que me encanta Michael. No me refiero a la canción, no no. ¡Ah! Mañana concierto de Sr Chinarro, muy chachi, a ver si me da tiempo a ir después del ensayo de teatro.



Mítica canción de Hoy Empieza Todo de Radio 3.

domingo, 12 de junio de 2011

Ahora que tengo menos exámenes voy a aprovechar para seguir con mi cuaderno de bitácora y relatar todas mis aventuras, por llamarlo de alguna forma.
El viernes por la tarde fui a teatro, como siempre, y ensayamos por fin toda la obra. Yo, en el guión, soy el número 2 -al menos no me ha tocado ser "otro"- y como por número 2 no sé qué personaje soy ni cómo tengo que representar las cosas, pues me lo inventé todo, porque además se me había olvidado el guión en casa.
Nos metimos en la jaula de locos, que es así como se llama la obra, La Jaula de los Locos, y aquello era pequeñísimo para toda la gente que había. Empecé a representar mi papel como si fuese un cura, bah, por hacer algo. Y cada profesor me decía una cosa diferente, con lo cual no me aclaré. Y tengo que decir: Recuerda, la rueda gira y gira y nunca nadie vio el mundo acabar mientras doy vueltas y vueltas y me mareé y quedó muy real así que lo incluimos también. Lo cierto es que me estaba muriendo de claustrofobia ahí dentro, con el alambre de gallinero ese y las cosas a las que estábamos subidos. El caso es que la obra me gusta mucho, pero parecemos retrasados, aunque de eso se trata.
Después de teatro fui a dar un paseo con Elena, y estuvimos charlando y esas cosas. Paseamos a su perro y no me invitó a tomar un chocolate en Valor. Ésta te la guardo, Elena.
Luego fui a la Plaza de la Escandalera a buscar a mis padres, activistas redomados.
Luego, a las diez y media or so, me encontré con Ángel y hablamos de la Piñuda -no me acuerdo de qué mote le había puesto en la entrada anterior pero es esa niña a la que tanto odio del final de la historia del jueves pasado- y nos reímos mucho de ella y decidimos encerrarla en el baño del aeropuerto cuando fuésemos al campamento de Freaks et Moi, total, como nos vamos a autogobernar cuando cojamos los aviones y el autobús -para recorrer medio maldito país- podemos encerrarla y cuando volvamos decir que no nos acordamos. Estoy empezando a considerar esa opción muy seriamente, cada vez más, porque es muy probable que me toque con ella en la habitación y como que paso, ¿cómo voy a montar fiestaza por la noche si no?
Al día siguiente, o sea, ayer, por la mañana, fui con Luzía a comprar cosas, léase los regalos del cumpleaños de Amada y Elena. Por el camino nos encontramos en la Escandalera a Clau Levy, y nos obligó a ir a la manifestación de la plaza del Ayuntamiento. Con lo cual, sólo nos dio tiempo para ir a Zara y poco más, donde vi unos pendientes geniales para ellas -y para mí tambien- de colores de plumas. Y había unos collares muy bonitos también.
Luego fuimos a la manifestación de tal. La plaza estaba sepultada por policías pero pasamos igual. La gente llevaba chorizos en palos, pero eso me pareció, aunque ingenioso, demasiado. No demasiado ingenioso, que también, si no demasiado, a secas. De repente apareció mamá también por ahí y no sé qué demonios hacía ahí. Y también gente de teatro. Nada, muy bien, gritamos bastante y en la ceremonia de investidura se nos oyó. Luego iba a ir a buscar a Elena al First pero acabó muy tarde, así que pasé y me fui a casa, y justo cuando llegué me dijo que si iba a comer con ella y con los de Grao, léase Nerea, María, y esos de la academia que según Elena son muy monos pero de eso nada, monada. Y como no me apetecía volver a bajar, con lo lejos que vivo, comí en casa.
Luego me vestí con lo primero que encontré y fui en autobús hasta el Cristo. Amada lo cogió en la Plaza de América para que no se perdiese. Me puse lo primero que encontré porque descubrí que los Arctic Monkeys van a dar un concierto en el iTunes Festival en la Roundhouse en Londres justo el día en el que llego ahí. Y como las entradas las rifan por internet, estuve media hora metiéndome con todos los correos posibles para que me tocasen sí o sí. Y si no me tocan, me las ingeniaré para colarme. Además, escuché el nuevo disco, Suck It And See, y me gusta bastante, y además de además, el artista invitado es Miles Kane, el de Rearrange, el de The Rascals y el compañero de Alex Turner en The Last Shadow Puppets. Conciertazo.
Total, que subimos hasta económicas y buscamos a Elena, y estaban Nerea y María y fuimos todos en el coche de Ramón York a casa de las gemelas a arreglarnos un poco porque Elena estaba feísima y no podíamos salir así. María se fue a las fiestas de Grao así que quedamos nosotras cuatro.
Después de una hora intentando combinar los zapatos y el vestido de Elena, fuimos al Peggy Sue's a comer un brownie, pero estaba cerrado y abrían a las 20:30, con lo que fuimos a la Botica a tomar algo y cotillear de la gente. A Nerea enseguida la centramos en el tema y le vamos a presentar a todos en Martes de Campo.
Luego, a las 20:30, justo, fuimos al Peggy Sue's, y estaba llenísimo. Nos comimos un brownie y unos Cinamon Rolls mientras escuchábamos Hotel California, I Want to Hold Your Hand, Ain't No Mountain High Enough quinientas mil veces y más. Luego fuimos por ahí pero nos dimos cuenta de que estaba todo desierto y desfasamos con Take Me Out, Are You Gonna Be My Girl?, Last Nite, Jailhouse Rock y no me acuerdo qué más. Y luego las gemelas intentaron que me quedara a dormir a su casa, pero me daba mucho la chapa, así, sin avisar, yo soy como mi abuela, para que salga de casa tienes que mentalizarla dos semanas antes.
El domingo por la tarde tuve que ir a mirar el vestuario para la obra de teatro. Resulta que al final me tengo que poner un vestido que había ahí que apestaba a naftalina del año maricastaña que resulta que tenía mi madre igual y que me lo dio y lo tengo en el armario y lo uso para ir a la playa y que es de hace mil años, de cuando mi madre era joven, y nada, con eso voy a ir y con un armario, digo, abrigo color crema también y con un gorro color crema, todo del mismo color, que parezco un pastel, y resulta que tengo que ir de mística, o sea, perfecto, no tengo que ponerle mucho énfasis a mis frases.

Bueno, y los planes para la semana, es decir, hasta el viernes, que es cuando más o menos empieza mi libertad, salvo por el trabajo de Mucho ruido y pocas nueces para la Montero para ver si me pone un sobresaliente en lengua cosa que dudo mucho, son:

  • Lunes. Hacer el examen de filo chupigenial, hacer el examen de análisis lo mejor posible, y luego ir a cámara y luego ir a ensayar teatro hasta largas horas de la noche.
  • Martes. Ir al Puri con los de clase un rato y con los demás otro y estar al lado de los conciertos para desfasar con Sextilis y todas las geniales canciones que vayan a tocar.
  • Miércoles. Ir a clase, hacer el examen de mates de rechupete, y luego ir a comer a casa Tati para ir corriendo a las cuatro al conservatorio, enseñarle a Pilar el Vals de Chopin, que me de las traducciones de los textos del Pierrot Lunaire de Albert Giraud -espero que se acuerde-, mirar algo del programa para el año que viene, y luego a las cuatro y media tocar de maravilla y dejar a todo el mundo deleitadísimo. Después ir a teatro corriendo para ensayar más y si me da tiempo ir a ver a Sr. Chinarro al Filarmónica por tres euritos.
  • Jueves. Probablemente recuperar alguna parte del examen de lengua, me lo dirá mañana, bueno, a mí y a todos, porque todos tenemos partes que recuperar, aguantar a Vicxor en clase, y luego ir corriendo a teatro a representar los tres pases de la obra del día. Felicitar a las gemelas porque es su cumpleaños y también el de papi. Chachi. Por la noche, comer tarta.
  • Viernes. Hacer el examen de física requeteguay y luego ir a teatro a representar los tres últimos pases de la obra y un chaito como una catedral. Y luego salir a fuegote y decir adiós pringaos, que os jodan y decirle chao a la Montero también, ah no, que tengo que darle el trabajo de Mucho ruido y pocas nueces.
Y esta es la historia de cómo salvamos la Navidad. No, en realidad es la historia de cómo acabé primero de bachiller con una espléndida media de sobresaliente.


Esta historia no ha sido basada en hechos reales, si no que es una predicción de cómo va a empezar el verano para mí, y de cómo voy a planear mi broma telefónica para la Montero y de cómo me voy a reír de ella, y de cómo voy a matarla y de cómo voy a salvar la Navidad. Aunque aún estemos casi en verano.

jueves, 9 de junio de 2011

Pierrot Lunaire

"el rayo de luna es el remo, un nenúfar sirve como barco..."

Éstas son las palabras que leí hoy en una partitura, anotadas bajo rimas en alemán y notas atonales.

Hace siglos que no actualizo mi, por así llamarlo, diario, casi un mes de hecho, así que voy a hacer un resumen de todo lo que me pasó desde entonces para llegar al momento en el que esas palabras me causaron tanto impacto según lo que he apuntado diariamente en mi agenda.
Vale, la semana del 16 de mayo, que fue cuando actualicé por última vez, me pasaron varias cosas, como:
-que tuve catarro, pero un catarro terrible, en serio, muy malo, por la noche se me pegaban todos los mocos y no podía respirar.
-que fue el día del pólipo -el día 17- y moló mucho.
-que no tuvimos clases en el conservatorio casi -pero eso ya lo puse en la entrada anterior.
-que mi amor platónico, al que hoy he decidido no llamar más amor platónico porque ya no es platónico , sino que va tirando hacia lo normal, según he apuntado en mi agenda, "está muy raro últimamente".
-que ahora existe un nuevo Alex Kapranos.
-que vino Sofía Méndez-Piedra y que es muy maja y conoce a mi amor platónico -al que acabo de decidir llamar mon amour, para abreviar y porque ya no es mi amor platónico.
-que Gabriel Gallego me regaló dos chupa-chups por comerme dos palomitas del suelo que me comería igualmente, hubiese chupa-chups de por medio o no.
-que de la que íbamos al quiosco Aida Piedra me invitó a un morenito.
-que es posible que haya mentido sobre Bach alguna vez, el caso es... ¿cuándo?
-que fuimos al fujiyama.
-que mi papá dio una charla sobre urbanismo en la #acampadaoviedo.
-que por fin entendí la obra de teatro que vamos a representar.
-que me pasé el fin de semana en la #acampadaoviedo.
-que ya soy parte del clan de la #acampadaoviedo e incluso hice un mapa -idea mía- con Xuan, Luis Emilio, Reneses, Patricia Pascual y no me acuerdo quién más -mi agenda no dice mucho al respecto.
Vale, eso fue lo más importante de esa semana, y de la siguiente:
-que vi Willy Wonka y la Fábrica de chocolate. Pedazo de peli, colega.
-que mon amour -uno de ellos- sigue tan raro como siempre.
-que en la #acampadaoviedo hicimos una cadena humana alrededor de la Junta del Principado y gritamos mucho y salí en la tele.
-que fue el cumpleaños de mi hermana, el día 24, y también el de Bob Dylan y el de Carlota la hija de Nacho el amigo de mi papá y de Marian la amiga de mis padres esa tan maja y que yo recuerde de nadie más.
-que la Montero chifló conmigo porque la cagué muchísimo en unas malditas oraciones simples, con lo bien que se me da a mí la sintaxis (...).
-que en la #acampadaoviedo han puesto un puesto, valga la redundancia o como demonios se escriba.
-que salimos con Marta Caunedo el sábado y es majísima y descubrí un bar muy chuli que me recomendaron mis padres y que fuimos a la #acampadaoviedo y papá estuvo charlando allí
-que estoy agobiadísima
-que estornudé mientras tocaba el piano y me llené los brazos de mocos.
-que me puse de muy mal humor en la #acampadaoviedo porque llovía y no había acabado la lámina de dibujo y odio a la niña esa asquerosa y decidí no volver.
En la semana siguiente, pasó esto:
-que oh dios, pasó algo muy chachi en el recreo y ahora estoy recayendo en mi maldita enfermedad. Algo relacionado con un soborno y cierta información... ¡nos debes a Carmen y a mí dos napolitanas, cacho pez!
-que me eché a llorar de repente -Vity- en el baño porque me puse medio muy nerviosa y medio no sé, o sea, esas insinuaciones fueron muy raras y me dio como cosa por dentro y no sé, fue muy raro todo, pero en realidad lloraba de felicidad así que no sé. Estoy indecisa.
-que ya saltó la Puticorsé.
-que fue la ópera del conservatorio, Orfeo, de Monteverdi, y nada, estuvo muy genial, tuve que salir corriendo de teatro y no ensayé más que cinco minutos pero la ópera estuvo muy chachi aunque el decorado era una mierdaza de narices. Pero me gustó mucho.
-que fui a dormir a casa Tati y vinieron Ana y Miguel, mis tíos.
-que hablé con el hombre de mis sueños -no mon amour, bueno sí, uno de mis mon amours, y fue superchachi y aún le amo locamente (...).
-que Amada y yo hicimos una tarta.
-que fuimos al concierto de Sextilis y estuvo muy chachi porque tocaron -a ver si me acuerdo:
Last Night
The View From the Afternoon
Creep
The View From the Afternoon otra vez
El incendio
Time is Running Out
Plug in Baby
Wake Me Up When September Ends
Where is My Mind?
Seven Nation Army
Acquiesce
Michael (la mejor)
Family Tardes

y estuvo muy muy chachi, y también fuimos al cumpleaños de Enol (...) y el concierto estuvo genial y moló mucho y desfasé como una loquilla y el cantante era monísimo y volvi a casa después de salir, para variar, con Ana y Miguel, andando.
Y ya se acabó la semana, o sea, ahora queda esta, pero es que bueno, o sea, pasaron cosas chulis y eso pero no me dio tiempo a anotarlas en la agenda con lo que no me acuerdo. Ah, sí sí, lo de las gafas de pasta de indie-alternata y más cosas chulis. Como fue hace bien poco, debería acordarme. Ah, sí, sí, también pasó que tuve concierto de piano. Ésa es una larga historia que dice así:

"Un día de la semana que no diré. Algo más tarde del medio día. Como. Dos tazas de café solo después estoy en la biblioteca pública. Literatura. Barroco. Lope. Al menos no es el Renacimiento, pienso con resignación. Escucho música aleatoria sin prestarle mucha atención. Clasificación de oraciones según el modo. Esto lo anotaré en la mesa antes del examen. Debería estudiarme las quinientas y pico páginas que entran, pero probablemente sólo pregunte del Barroco hacia adelante. Me confío. Estudiaré toda la noche y sacaré una nota cercana al ocho. Las cinco y veinticinco. Recoge, rápido. Gracias al cielo que no he tenido acompañamiento. Subo la calle, bajo la siguiente. En mi interior sé que no va a ocurrir nada, pero de todas formas necesito un descanso, no voy a poder estudiar más. Me pongo nerviosa, quién sabe si por el café, por el concierto, o por el hecho de caminar por ahí. Nada. Decido dar un pequeño rodeo; de todas formas no tengo clase hasta las seis. Ataviada con la cazadora de ante de mi abuelo y la bufanda azul marino de mi hermana, intento que la lluvia no me salpique la libreta que llevo en la mano. Me parece recordar que luego dejó de llover. Voy por la calle, a mi aire, escuchando Golden Skans de The Klaxons. Levanto la vista del iPod y veo a Charles. Por poco me da un ataque. Era lo que me faltaba. Cuando llegué al conservatorio intenté serenarme. Soy veterana, llevo once años tocando el piano, por favor, y me sale genial. ¡Cálmate! En clase de informática estaba como muy eufórica. Teníamos que presentar un trabajo sobre un Trio de Haydn. Me lo inventé todo. Media hora después subí a probar el piano de la clase de historia. ¿Cómo podía salirme el vals tan mal, si llevo un mes tocándolo de puñetera madre? Sin embargo, la sonata parecía sonar mejor que nunca. Sólo había allí un puñado de críos, tenía que estar a la altura. Pilar dice que me sale tan bien como siempre. No sé por qué, pero no me lo creo. Llegan las frikis, léase Magda, Bea etc. Odio a Slumdog -es un mote, algún día te contaré por qué la llamo así. El concierto transcurrió con normalidad. Asquerosamente, yo tocaba la última, mucho después de mi hermana y del resto de la gente. Y luego salí yo. Mientras saludaba, me estaba partiendo el culo. Porque sabía que la iba a cagar. Empecé por el vals, simplemente por seguir el orden del programa. Vale, sí, me equivoqué unas cuantas veces. Podría haberlo hecho mucho mejor. Se lo achaqué al café y pensé que si no tuviese un global de lengua al día siguiente, lo habría hecho mucho mejor. Después, toqué la sonata. Me salió bastante bien, mucho mejor de lo que esperaba. Acabé, saludé y me partí el culo otra vez sabiendo que la había cagado, tal y como predije. No recuerdo haber oído aplausos, no porque no los hubiera, sino porque no me acuerdo, simplemente por eso. Salí y se acercó mi padre. Lo que dijo no me hizo ni puta gracia. Dijo que había tocado muy mal y que me había confundido muchísimo, y que el piano requiere "sacrificio" y que no estudio una mierda. Me marché de ahí ofendidísima, me puse el iPod y adiós muy buenas. Y desde entonces no nos volvimos a dirigir la palabra apenas hasta ayer, cuando le dije, no sin cierto retintín, que Pilar había dicho que había tocado bastante bien en el concierto. "

Y esa es la historia. Más cosas:

-que Alex Kapranos, el maravilloso y hermosísimo Alex Kapranos, estuvo pinchando en la Domino Radio, en un programa que puedes escuchar aquí. Iba sobre la escena de la música de Glasgow, su ciudad natal, en los '90. Lo cierto es que me gustó mucho, además tiene una voz encantadora.
-que el examen de lengua y literatura fue un timo porque nos preguntó cosas del Renacimiento, es que ¿qué coño hace la Montero? Está loca. Que le den. Iba a poner que se muera pero si luego se muere no quiero cargar con la culpa en mi conciencia.
-que no le he dicho a mi padre 'buenos días' por la mañana. Para que se entere, que a criticar, a mí no. Y además sin tener ni idea.
-que el martes me quedé estudiando hasta las dos de la madrugada. Nunca había hecho tal cosa, normalmente no estudio nada, por pereza. Como mucho hasta las doce, pero nada más. Me desperté como una rosa. Y luego estaba que me caía por las paredes.
-que fui la única que fue a clase el jueves a primera. Montero dijo que no iba a dar clase y que no hacía falta que fuésemos. Pues bien, me desperté tan sumamente desorientada que no me acordé. Hasta mis padres se rieron de mí.
-que llevé la guitarra a clase. Supuestamente era para tocar con Manu, pero no nos atrevimos a picar en clase de música así que nada, como no teníamos nada que hacer en tutoría y alternativa pues tocamos entonces.
-que odio a Slumdog. Ya sé que ya lo he dicho, pero el hecho de tener que pasarme una semana con ella y otro puñado de frikis más no me hace ni pizca de gracia.
-que llegué tarde a piano. Por culpa de la reunión de frikis. Qué asco.

Y así es como llego al principio de mi historia. En clase de piano, sólo teníamos que tocar el vals de Chopin para el concierto del miércoles de las cuatro y media, así que tuvimos tiempo de sobra para decidir qué programa tocar el año que viene. Le sugerí Schönberg. La cara que puso significaba todo. Dijo que en sus treinta años de enseñanza musical jamás nadie le había pedido tocar Schönberg, que era insólito, y luego empezó a contarme la vida y etapas musicales y artísticas de Schönberg, y su correspondencia con Kandinsky, uno de mis pintores favoritos sin duda alguna, en la primera etapa, claro. Precisamente tenía el CD del Pierrot Lunaire en el bolso, y lo estuvimos escuchando. De entre un montón de papeles sacó una partitura de una obra suya -de Schönberg- y me enseñó el texto. Un rayo de luna es el remo, un nenúfar sirve como barca. Estas palabras estaban anotadas bajo el texto alemán. Que originalmente era francés. De Albert Giraud. Maravilloso. Las imágenes que evocó en mi mente fueron insólitas. Alucinantes. Eso mismo me dijo ella. Prometió traerme la traducción del Pierrot Lunaire de Giraud la semana que viene. Lo adoro. Pero no lo hay ni en la Fnac. ¿Cómo demonios voy a adquirirlo? El hecho de que no lo haya en ninguna parte hace que tenga más ganas aún de comprarlo. Fabuloso. Estupendo.