El viernes por la tarde fui a teatro, como siempre, y ensayamos por fin toda la obra. Yo, en el guión, soy el número 2 -al menos no me ha tocado ser "otro"- y como por número 2 no sé qué personaje soy ni cómo tengo que representar las cosas, pues me lo inventé todo, porque además se me había olvidado el guión en casa.
Nos metimos en la jaula de locos, que es así como se llama la obra, La Jaula de los Locos, y aquello era pequeñísimo para toda la gente que había. Empecé a representar mi papel como si fuese un cura, bah, por hacer algo. Y cada profesor me decía una cosa diferente, con lo cual no me aclaré. Y tengo que decir: Recuerda, la rueda gira y gira y nunca nadie vio el mundo acabar mientras doy vueltas y vueltas y me mareé y quedó muy real así que lo incluimos también. Lo cierto es que me estaba muriendo de claustrofobia ahí dentro, con el alambre de gallinero ese y las cosas a las que estábamos subidos. El caso es que la obra me gusta mucho, pero parecemos retrasados, aunque de eso se trata.
Después de teatro fui a dar un paseo con Elena, y estuvimos charlando y esas cosas. Paseamos a su perro y no me invitó a tomar un chocolate en Valor. Ésta te la guardo, Elena.
Luego fui a la Plaza de la Escandalera a buscar a mis padres, activistas redomados.
Luego, a las diez y media or so, me encontré con Ángel y hablamos de la Piñuda -no me acuerdo de qué mote le había puesto en la entrada anterior pero es esa niña a la que tanto odio del final de la historia del jueves pasado- y nos reímos mucho de ella y decidimos encerrarla en el baño del aeropuerto cuando fuésemos al campamento de Freaks et Moi, total, como nos vamos a autogobernar cuando cojamos los aviones y el autobús -para recorrer medio maldito país- podemos encerrarla y cuando volvamos decir que no nos acordamos. Estoy empezando a considerar esa opción muy seriamente, cada vez más, porque es muy probable que me toque con ella en la habitación y como que paso, ¿cómo voy a montar fiestaza por la noche si no?
Al día siguiente, o sea, ayer, por la mañana, fui con Luzía a comprar cosas, léase los regalos del cumpleaños de Amada y Elena. Por el camino nos encontramos en la Escandalera a Clau Levy, y nos obligó a ir a la manifestación de la plaza del Ayuntamiento. Con lo cual, sólo nos dio tiempo para ir a Zara y poco más, donde vi unos pendientes geniales para ellas -y para mí tambien- de colores de plumas. Y había unos collares muy bonitos también.
Luego fuimos a la manifestación de tal. La plaza estaba sepultada por policías pero pasamos igual. La gente llevaba chorizos en palos, pero eso me pareció, aunque ingenioso, demasiado. No demasiado ingenioso, que también, si no demasiado, a secas. De repente apareció mamá también por ahí y no sé qué demonios hacía ahí. Y también gente de teatro. Nada, muy bien, gritamos bastante y en la ceremonia de investidura se nos oyó. Luego iba a ir a buscar a Elena al First pero acabó muy tarde, así que pasé y me fui a casa, y justo cuando llegué me dijo que si iba a comer con ella y con los de Grao, léase Nerea, María, y esos de la academia que según Elena son muy monos pero de eso nada, monada. Y como no me apetecía volver a bajar, con lo lejos que vivo, comí en casa.
Luego me vestí con lo primero que encontré y fui en autobús hasta el Cristo. Amada lo cogió en la Plaza de América para que no se perdiese. Me puse lo primero que encontré porque descubrí que los Arctic Monkeys van a dar un concierto en el iTunes Festival en la Roundhouse en Londres justo el día en el que llego ahí. Y como las entradas las rifan por internet, estuve media hora metiéndome con todos los correos posibles para que me tocasen sí o sí. Y si no me tocan, me las ingeniaré para colarme. Además, escuché el nuevo disco, Suck It And See, y me gusta bastante, y además de además, el artista invitado es Miles Kane, el de Rearrange, el de The Rascals y el compañero de Alex Turner en The Last Shadow Puppets. Conciertazo.
Total, que subimos hasta económicas y buscamos a Elena, y estaban Nerea y María y fuimos todos en el coche de Ramón York a casa de las gemelas a arreglarnos un poco porque Elena estaba feísima y no podíamos salir así. María se fue a las fiestas de Grao así que quedamos nosotras cuatro.
Después de una hora intentando combinar los zapatos y el vestido de Elena, fuimos al Peggy Sue's a comer un brownie, pero estaba cerrado y abrían a las 20:30, con lo que fuimos a la Botica a tomar algo y cotillear de la gente. A Nerea enseguida la centramos en el tema y le vamos a presentar a todos en Martes de Campo.
Luego, a las 20:30, justo, fuimos al Peggy Sue's, y estaba llenísimo. Nos comimos un brownie y unos Cinamon Rolls mientras escuchábamos Hotel California, I Want to Hold Your Hand, Ain't No Mountain High Enough quinientas mil veces y más. Luego fuimos por ahí pero nos dimos cuenta de que estaba todo desierto y desfasamos con Take Me Out, Are You Gonna Be My Girl?, Last Nite, Jailhouse Rock y no me acuerdo qué más. Y luego las gemelas intentaron que me quedara a dormir a su casa, pero me daba mucho la chapa, así, sin avisar, yo soy como mi abuela, para que salga de casa tienes que mentalizarla dos semanas antes.
El domingo por la tarde tuve que ir a mirar el vestuario para la obra de teatro. Resulta que al final me tengo que poner un vestido que había ahí que apestaba a naftalina del año maricastaña que resulta que tenía mi madre igual y que me lo dio y lo tengo en el armario y lo uso para ir a la playa y que es de hace mil años, de cuando mi madre era joven, y nada, con eso voy a ir y con un armario, digo, abrigo color crema también y con un gorro color crema, todo del mismo color, que parezco un pastel, y resulta que tengo que ir de mística, o sea, perfecto, no tengo que ponerle mucho énfasis a mis frases.
Bueno, y los planes para la semana, es decir, hasta el viernes, que es cuando más o menos empieza mi libertad, salvo por el trabajo de Mucho ruido y pocas nueces para la Montero para ver si me pone un sobresaliente en lengua cosa que dudo mucho, son:
- Lunes. Hacer el examen de filo chupigenial, hacer el examen de análisis lo mejor posible, y luego ir a cámara y luego ir a ensayar teatro hasta largas horas de la noche.
- Martes. Ir al Puri con los de clase un rato y con los demás otro y estar al lado de los conciertos para desfasar con Sextilis y todas las geniales canciones que vayan a tocar.
- Miércoles. Ir a clase, hacer el examen de mates de rechupete, y luego ir a comer a casa Tati para ir corriendo a las cuatro al conservatorio, enseñarle a Pilar el Vals de Chopin, que me de las traducciones de los textos del Pierrot Lunaire de Albert Giraud -espero que se acuerde-, mirar algo del programa para el año que viene, y luego a las cuatro y media tocar de maravilla y dejar a todo el mundo deleitadísimo. Después ir a teatro corriendo para ensayar más y si me da tiempo ir a ver a Sr. Chinarro al Filarmónica por tres euritos.
- Jueves. Probablemente recuperar alguna parte del examen de lengua, me lo dirá mañana, bueno, a mí y a todos, porque todos tenemos partes que recuperar, aguantar a Vicxor en clase, y luego ir corriendo a teatro a representar los tres pases de la obra del día. Felicitar a las gemelas porque es su cumpleaños y también el de papi. Chachi. Por la noche, comer tarta.
- Viernes. Hacer el examen de física requeteguay y luego ir a teatro a representar los tres últimos pases de la obra y un chaito como una catedral. Y luego salir a fuegote y decir adiós pringaos, que os jodan y decirle chao a la Montero también, ah no, que tengo que darle el trabajo de Mucho ruido y pocas nueces.
Esta historia no ha sido basada en hechos reales, si no que es una predicción de cómo va a empezar el verano para mí, y de cómo voy a planear mi broma telefónica para la Montero y de cómo me voy a reír de ella, y de cómo voy a matarla y de cómo voy a salvar la Navidad. Aunque aún estemos casi en verano.
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