lunes, 31 de octubre de 2011

Poupée de cire, poupée de son


Es increíble que, mientras miraba las recomendaciones de last.fm, es decir, Jane BirkinBrigitte BardotBlack KidsChiara MastroianniMarianne FaithfulCharlotte GainsbourgFoster the People y tal, encontré a France Gall, y pensé que tenía que estar bien, por la foto y eso, muy beatnick, así que fui a Spotify y me puse a mirar canciones suyas al mismo tiempo que hablaba con Manu sobre cosas, y vi que una de sus canciones más populares se llamaba Poupée de cire, poupée de son, y le di al play y de repente me dice Manu: poupée de cire, poupée de son. Me sentí muy vigilada, y empecé a chiflar tal que así:

  • Manuel: Poupée de cire, poupée de son
  • Yo: COMO CONOCES ESO?
  • DE DONDE LO HAS SACADO?
  • QUE HACES?
  • ME ESTAS VIENDO?
  • dios
  • estoy alucinando
  • RESPONDE
  • Manuel: jajajajajajajajaja
  • lo se todo querida
  • Yo: no me lo puedo creer
  • ahora mismo estaba viendo recomendaciones de last.fm
  • y me sale: France Gall
  •  en común con Jane Birkin, Serge Gainsbourg, Brigitte Bardot, Françoise Hardy
  • Manuel: pero lo escribi
  • sin pensar
  • Yo: no, calla
  • entonces fui a Spotify
  • y busque: france Gall
  • y leo: poupee no se que
  • le doy al play
  • y tres segundos despues lo sueltas!
  • así sin más!
  • DIOS
  • estoy alucinando
  • pero qué es, que conoces la canción o te vino la inspiración?
  • Manuel: no se
  • me salio
  • la escuche hace dias
  • y me encanto
  • es muy retro
  • muy guay
  • somos afines!




    • Y así es como he entrado en un estado de alucinamiento permanente del que probablemente tarde mucho en salir. 




    Y se me olvidaba comentar que Manu es el chico más guapo y sagaz del mundo. ¿Contento?

miércoles, 26 de octubre de 2011

Cucumber sandwich

'Even then, my dear, I wondered a little. It seemed to me that there was something a little gentelmanly about your painting. You must remember I am not English; I cannot understand this keen zest to be well-bred. English snobbery is more macabre to me even than English morals. However, I said, "Charles has done something delicious. What will he do next?"
'The next thing I saw was your very handsome volume - "Village and Provincial Architecture", was it called? Quite a tome, my dear, and what did I find? Charm again. "Not quite my cup of tea", I thought; "this is too English." I have the fancy for rather spicy things, you know, not for the shade of the cedar tree, the cucumber sandwich, the silver cream-jug, the English girl dressed in whatever English girls do wear for tennis - not that, not Jane Austen, not M-m-miss M-m-mitford. Then, to be frank, dear Charles, I despaired of you. "I am a degenerate old d-d-dago," I said "and Charles - I speak of your art, my dear -  is a dean's daughter in flowered muslin."




Brideshead revisited, Evelyn Vaugh

domingo, 23 de octubre de 2011

Mon oncle

SINOPSIS
En un barrio moderno y anódino, donde todo está excesivamente organizado, viven monsieur Arpel, su esposa y su hijo Gérard, que se aburre soberanamente. La llegada de su tío, monsieur Hulot, un personaje soñador y lleno de fantasía, alterará ese mundo tan aséptico, sobre todo porque no tarda en convertirse en el mejor amigo de su sobrino.


CRÍTICAS
Los franceses hacen la tortilla sin patatas y las comedias sin humor. El resultado es el mismo: ni la tortilla francesa ni las comedias galas tienen la más mínima gracia. La excepción a la regla es, por supuesto, Jacques Tati. Un prodigio de elegancia, originalidad y sutileza, combinadas con un inmaculado sentido del humor y la ironía. Ésta es, sin duda, su mejor película: una parodia blanca de la vida moderna y ultratecnificada, a la que contrapone el encanto y la calidez de la vida tradicional. Si Chaplin diseccionó impecablemente las servidumbres que la técnica implicaba para el obrero en "Tiempos modernos", Tati, su digno sucesor, nos muestra las que supone para el burgués, sacando así a la luz el absurdo y la pomposidad de nuestra sociedad. Todo ello, a través de las meteduras de pata del entrañable Monsieur Hulot y las trastadas de su travieso sobrino. Para el recuerdo, la fiesta en el jardín: "El guateque", a su lado, es de una chabacanería insoportable. (Daniel Andreas: FILMAFFINITY) 




domingo, 16 de octubre de 2011

Paintball

El viernes, después de sentirme ultraculpable por haber pirado media hora de teatro para quedar y llegar más o menos a la hora, con Gabriela, Violina, Pedrojo, Leticia y Tolik, e ir a la Antigua, como todos los viernes, y de encontrarme con mis padres cuando debería de estar en teatro -no se dieron cuenta, o no se quisieron dar cuenta-, así que nada, fuimos y tal, y allí estaban Patricio, Marcos, y luego vino más gente, y nada, lo de siempre, billar y cartas. Pusieron tropecientas mil canciones locas, como Bye bye bye, Where did all the love go, The Fallen, The first girl who got a kiss without a please, y tal. Luego, por petición popular, fuimos al Diario Roma, etc. Y eso. Lo gracioso es que me acosté pensando en qué pasaría ayer sábado, pero como si fuera mañana, porque como era viernes pues era el día siguiente. Porque sabía exactamente lo que iba a pasar. Estaba totalmente segura. Y soñé con ello. Pero tal cual. Salvo algunas diferencias espacio-temporales, todo era exactamente como debía ser. Incluso la ropa, creo. Como estaba programado. Estaba clarísimo. Y lo más gracioso es que la realidad fue completamente distinta a lo que parecía que sería. Completamente. Y no entiendo por qué. Pero totalmente diferente. A veces pasa que tienes una cosa en mente todo el día, toda la semana, todo el mes, y de repente, sin darte cuenta, llega otra y te eclipsa la anterior. O tienes una lista de prioridades, y la que hoy está en lo más alto, mañana no, por las circunstancias que sean. Y no sé qué habría preferido, pero fue genial. Lo malo fue que nos tomamos un café mortífero y no conseguí conciliar el sueño en toda la noche, estuve dando vueltas y vueltas y me dormía y me despertaba y tenía calor y frío y pensaba, pensaba, pensaba. Sin parar. Y escuchando esta canción. 



 

jueves, 13 de octubre de 2011

Moscatel

El martes, un día espléndido, después de la reunión sobre el viaje de estudios del conservatorio, quedé con Gabriela para ir a casa de Patricio. Y eso, fuimos y tal, y estaban allí Elena y Amanda -que se acopló por la calle- y veo cinco copas y una botella de champagne en la mesa del salón, y entonces me quedé patidifusa. Y Patricio se dispuso a enseñarnos la casa, todo requetefabuloso, bueno, salvo la cocina, que el microondas tenía que estar en el aseo, pero eso es algo que se permite, porque el resto de la casa era genial. Cuadros de Miró y de Klimt por todas las paredes -falsos, por supuesto, que Patricio es rico, pero tanto tanto, no-, sofás de cuero... Su habitación era como un mausoleo Ferrari, tenía de todo, hasta los camiones de Ferrari de Lego que me gustaban a mí cuando era pequeña -o no tan pequeña-, pero no tenía el camión, eso fue una decepción. Me encantó que en su propia habitación tuviera películas como Quadrophenia y cosas así, y discos de los Rolling Stones y el que tiene mi madre de Mecano y libros que también tenía yo en mi estantería. Luego nos enseñó su habitación de verdad, y lo más importante, su armario. Una barra entera para sus americanas, tropecientas camisas perfectamente dobladas, cajas y cajas de zapatos, de polos, de camisas que ya no utiliza, de bufandas, de cinturones... Había muchos armarios por el pasillo, incluso demasiados. La habitación de sus padres, perfecta. Cajas y cajas de relojes, un póster del David de Miguel Ángel, bolsos, bolsos y más bolsos, el salón con muchísimas figuritas de Sargadelos y más y más coches, el estudio de su padre con montones de libros y revistas de arquitectura, un comedor frente a la galería, y por fin, la terraza. Una terraza inmensa desde la que se veía absolutamente todo -incluso al vecino de al lado viendo Pasapalabra-. Hacía calor y soplaba una ligera brisa. Sacamos unas tumbonas y nos tiramos a seguir bebiendo champagne como si no hubiera un mañana. Bajo un éxtasis de placer y fabulosidad, charlamos y charlamos. Sólo faltaba una pequeña hoguera en el centro. Iba a poner una foto pero no se pueden descargar.

sábado, 1 de octubre de 2011

Waugh

      "Un día descubrimos en un armario una gran caja de laca japonesa que contenía pinturas al óleo todavía frescas.
      -Mamá las compró hace un par de años. Alguien le dijo que sólo se podía apreciar la belleza del mundo intentando pintarla. Nos reímos mucho de ella. Era totalmente incapaz de dibujar, y por brillantes que fueran los colores dentro del tubo, cuando los mezclaba le salía siempre una especie de tono caqui.
      Algunas manchas borrosas sobre la paleta lo confirmaban."