Ayer pasó una cosa increíblemente increíble. Y hoy. Serafín se marchó a Francia y vuelve la semana que viene, así que hasta entonces no podré contarle todo lo que me pasa ni ir con él a pedir canciones al family. Y quien también se fue a Francia son los franceses, hoy. No los veía desde el sábado, pero el martes, o sea ayer, de la que iba al examen de acompañamiento, me encontré con alguno en el parque San Francisco, pero no muy interesante, así que seguí mi camino para cagarla completamente con los bajos cifrados y las fórmulas y la lectura a primera vista y toda esa parafernalia que me pone los pelos de punta. Salí a las cinco del examen, y luego, como siempre, tenía media hora libre, y me reuní con Carmen. Estábamos las dos sentadas afuera, a la izquierda, tomando el sol/sombra, cuando de repente, a las seis menos diez aproximadamente, vi salir a alguien que se parecía un montón a Xuan y a Manu pero que no era ese del conservatorio que es como una mezcla de los dos porque lo había visto salir media hora antes y llevaba una chaqueta negra y el que estaba a mi derecha en aquel momento la llevaba azul. Entonces me fijé en la camiseta y haciendo memoria, me di cuenta que era la misma que llevaba Luke Pritchard cuando me lo encontré de frente. Madre del amor hermoso. Pensé que no lo volvería a ver, pero qué va, allí estaba. Y hablamos y hablamos y hablamos. Bueno, a mí me pareció una eternidad y a la vez se me hizo cortísimo, pero sólo habían pasado unos siete u ocho minutos cuando se fue. Uf. Hablamos de todo y de nada, mucho y poco. Luego fui a clase y luego a más clase. Y esta mañana, cuando me desperté, no sabía qué día era -como siempre- y luego me di cuenta de que en una hora se irían los franceses, y luego me duché, me vestí y mientras lo hacía, escuchaba esta maravillosa canción. Y luego fue cuando pasó una cosa maravillosa. Bueno, dos.
Si vas a decirme algo malo, métetelo por el culo.
ResponderEliminarTia, no puedes nombrar a Luke Pritchard aqui!
pourquoi pas?
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