jueves, 20 de enero de 2011

Brevemente describiré lo más importante que aconteció en lo que llevo desde el viernes:
-sábadete: estaba yo con mis pintillas de día libre -flequillo hacia atrás y sudadera con caras de colores- viendo probablemente Cómo conocí a vuestra madre -a falta de un nuevo episodio de Gossip girl- mientras me rascaba la panza a falta de algo mejor que hacer, y se me ocurrió ir a Gijón a mirar tienducas y eso porque hacía un montón que no iba y además hacía un buen día, estaba despejado y esas cosas, sería perfecto para ir junto al mar. Entonces fue cuando Elena me dijo que fuese a Oviedo que teníamos que charlar, y entonces le dije: muy bien, vale, pero sólo un rato. Y entonces me vestí rapidísimo, en menos que canta un gallo para ser exactos, me maquillé en el autobús y me fui de shopping un momentito porque el autobús llega a y media y yo quedé a en punto. Y bueno, nada, estuvimos por ahí un ratito y yo tenía pensado coger el tren inmediatamente pero se ve que no me iba a gastar 5,50 en una mierda de tiempo, porque nos paramos en la gofrería a tomar un helado y me dieron las tantas más una así que nothing de nothing, tendré que ir en cuanto pueda que será dentro de un mes y ya no habrá nada que comprar.
-lunes: día normalete en todos los aspectos. Lo más interesante que hice fue hacer fotocopias para análisis. Era el cumple de Erik.
-martesdi: día also normal, nothing to mencionar. Tuve acompañamiento y resulta que la sustituta es la misma que sustituyó a Pilar (mi conciencia) el mes pasado. Es asquerosa. Nos puso una montonada de deberes. La odio. Celia me ha dicho que Manuel cree que le persigo porque casualmente estoy allí cuando él sale de inglés. No es culpa mía si la de análisis deja las fotocopias en ese quiosco y a Cristina le apetecían unas chuches con el dinero que le sobraba. Stop flipping.
-mercredi: todo normal hasta que en química se nos ocurrió ponerle a la Pollo debajo del cajón, pegado con celo, mi móvil, para que sonase y chiflase porque no sabía dónde estaba. La cosa acabó mal, porque aunque yo tenía controladas las llamadas desde el móvil de Amanda, alguien llamó con un número privado, la Pollo se mosqueó y amenazó con quitarnos puntos a todos. Fue horrible. Alguien hizo un acto de valentía (Carmen) pero no sirvió de nada porque Naïve no se parece a Teddy Picker.
-jueves: es hoy, por cierto. Vicxor no vino a alternativa así que íbamos a pirar todos tutoría, pero llegó cuando todos íbamos por el pasillo con la mochila y el abrigo. Putadón. Empezamos con diédrico en dibujo. Tiradísimo -al menos por el momento- porque yo lo di en 3º de la ESO. David Criado está criando sagas. Por la tarde fingí que me iban a operar de las cuerdas vocales en quince días y no hablé durante media hora por la medicación -termalgin- sólo para devolvérsela a Javi Pereda que me había timado con sus muletas. Lo cierto es que todo el mundo se lo creyó, pero después sentí un deseo irrefrenable de gritar. No aguanto sin hablar ni de jajas. Luego tuve análisis y piano y voy a tocar un vals chulísimo de Chopin y la de Cuadros de una exposición de Mussorgsky. Luego fui con mi mamaíta al alimerka y nos dieron cuatro cajas de bombones de nestlé, más los que cogí de por ahí. Carmen et moi íbamos a ir a un concierto del de la música de Orgullo y Prejuicio pero desapareció y a mí no me apetecía así que nothing de nothing.

Y así es como conecto con mi siguiente tema. Es extraño que cuando te llevas tan, tan bien con una persona, sin presiones ni agobios, al final todo se chafe no se sabe muy bien cómo ni porqué, bueno, yo sí lo sé, en realidad las mismas causas por las que tú abandonaste fueron las que hicieron que esa persona abandone. La relación se enfría y no sabes cómo arreglarlo. Sorprendentemente, esa persona que tanto significaba para ti ya no forma parte de tu vida, al menos no mucho. La ves y no te alegras. Ella -la persona- intenta hacer algo, ponerle fin a la decadencia, pero no puede porque tú no tienes ganas, porque ya no quieres colaborar, porque sientes que todo te da lo mismo, quieres recuperarla pero tampoco sientes mucha ilusión, ni sabes cómo hacerlo. Ella se esfuerza, pero quizá no lo suficiente. La quieres, pero no la quieres más. Hay una canción que define muy bien lo que siento, de mi artista de la semana Quique González. Algo me aleja de ti. No sé lo que es, ni por qué, creo saber la razón, pero en realidad tengo claro que no es por eso. Pensaba que duraría para siempre, pero qué va, apenas un instante. Unos años. Unos días. Da lo mismo. No quiero perderte. Tampoco quiero recuperarte.

1 comentario: